Esta semana se estrenó, en prime time en La Sexta, «A mi manera»; un programa musical con un nuevo formato… formato que no es más que un remedo de «Gran Hermano» y «Tu cara me suena»: siete artistas del pop español encerrados en una casa en Mallorca que interpretarán y versionarán temas de uno de ellos. Versiones y reality, que es lo que vende. Con ese planteamiento, no espera nada bueno, más bien lo contrario.
Confieso que iba con toda mi mala leche a destrozar esta cóctel extraño de viejas glorias desahuciadas (Manolo Tena, Nacho García Vega) con otras que van camino de serlo (Sole Giménez, Mikel Erentxun) y aquellas que, por asociación al resto, parecen haber perdido el norte (Antonio Carmona, Marta Sánchez, David DeMaría.) He de decir que me tragué mis prejuicios y me sorprendió gratamente. El que tuvo, retuvo y puede seguir asombrando a conocidos y extraños.
Me sorprendió por el contenido humano en sí: Vale, como cualquier folklórica se tiraban flores los unos a los otros, y la cara del homenajeado haciendo como que le gustaban algunas versiones que le chirriaban no tenía pérdida… pero te ibas enterando un poco de sus vidas, de una manera natural, sin ser muy forzado.I Incluso de forma inconsciente (la operación de corazón de Erentxun o sus botas de 500 €, que Nacho García Vega haga mención a que vende inmuebles más que compra, o la necesidad de Marta de ampliar amistades entre sus compañeros de profesión.)
Y por el contenido musical: El primer elegido a versionar fue Mikel Erentxun. Hubo de todo, como en botica. Versiones más que correctas (Sole y su versión soul de un blues, por lo que no arriesgó mucho, David DeMaría llevándose «En algún lugar» al palo flamenco), otras desgarradoras (Manolo Tena me dejó con los pelos de punta), alguna insulsa (Nacho García Vega, el horror) e incluso surrealistas (Antonio Carmona #rosariyofloresmood o Marta Sánchez recién sacada del Mundo de Mi Pequeño Pony, Edición París.)
Aun así, hizo que me reconciliara un poco con el niño/adolescente que fui, y mi pasión por Duncan Dhu. En una época en la que cada vez tengo menos complejos (musicales y no musicales) no me ha venido mal darme cuenta que sus canciones me gustaban, y que no hay nada malo en decirlo.
¿El futuro del programa? Será objeto de contraprogramación y a la tercera semana pasará a altas horas de la madrugada o a Neox; como si fuéramos tan sobrados de programas musicales dignos en este país, y de lecciones dentro y fuera del escenario que hace que haga una reverencia a estos siete walking dead del pop español.
Espero equivocarme y los cuarentones no soltemos el mando y enseñemos a nuestros vástagos qué fue eso de la música antes del reggeatón.
Si algo saco de que hayas escrito este post, amigo, es lo de que no debemos avergonzarnos de ninguno de nuestros gustos. ¡Faltaría más!
Por lo demás, es un programa que no me llama en absoluto, creo que aunque ya voy para los 40 (dame 7 más y estoy allí), hay un mundo entre lo que sonaba en mi adolescencia y lo que sonaba en la de unos pocos cursos más arriba.
Y me acabo de deprimir al escribir lo de los 40 :(
Qué fatal me parece que nos dejes claro que te queda todavía mucho para llegar a la 40. ¡Te vamos a hacer luz de gas, maricón!
Pues mira, me ha sorprendido, y aunque les tengo bastante tirria si me cruzo el programa la semana que viene le daré una oportunidad.