La compositora y cantante canadiense Sarah Mclachlan (premio para la que consiga pronunciar bien el apellido) tiene una de las voces más bonitas y con más personalidad del mundo .Canta con una expresividad al alcance de muy pocas y eso no se lo quita nadie. Haciendo discos, ya es otro cantar. Tiene auténticas joyas (su disco de villancicos es, oh sorpresa, más que digno) y otros que directamente se podrían tildar de puro cloroformo con aires a música country. En los noventa,fue llamada a colaborar con Delerium, el autor de la canción original a la que dedico el post de hoy. Silence (1997) seguía la estela de la world music, muy de moda en aquella década gracias a gente como Deep Forest. Seguro que sabes de qué iba el rollo; un ambiente electrónico relajadito por allí, unos coros gregorianos por allá, un cantar de pájaros de fondo…
La canción pasó sin pena ni gloria más allá de los fans, que Sarah los tiene y a puñaos. Claro que el single estaba repleto de remezclas bailables listas para la discoteca y ocurrió lo que nadie esperaba. El bombazo. Un éxito que pilló a todos desprevenidos. Acostumbrados a la tosquedad en muchas remezclas de la época, el tema aportaba un buen gusto exquisito . Dentro del tema, la voz de Sarah, protagonista y reina. Porque podrán haber muchas remezclas de la canción, pero sin su voz no sería lo mismo. Silence se convirtió en el cierre ideal a una década que ejemplificaba como nadie el culto a la música de baile. También se convirtió en un exitazo mundial y durante meses no había discoteca de prestigio donde no la pincharan. Con su gesta, marcó una manera y una forma de hacer una canción para la pista, eso hay que reconocérselo. Hoy en día sigue saliendo en listas de las diez mejores temas electrónicos de baile . La remezcla más famosa que reconocerás sin duda es la de Tiesto.
Si en su día te compraste el single y conservas el formato cd, guárdalo bien porque no te extrañe que en un par décadas te paguen millones por él (es un decir). Y es que el estilo elegante de trance vocal en el que se engloba la canción sería plagiado hasta la extenuación, a veces de manera muy poco digna . Por la época veías a todos los DJ famosos buscando un timbre de mujer parecido para acompañar sus composiciones. Aunque claro, no todas las voces estaban a la altura y había cada gata en celo simulando cantar que daban ganas de meterle fuego a la cabina del DJ. Mientras que la carrera de Sarah se quedó estancada, la canción ha ido madurando y no pasa un año sin que aparezca una nueva remezcla. Y las hay pero bien chulas, como la de Thomas Gold del 2008
Sarah le cogió el gustillo a eso de que la remezclaran con buen gusto y reconozco que hay remezclas que me gustan muchísimo más que las originales. Aquí te paso mis favoritas. Abre bien las orejas porque son verdaderas maravillas: