La Bien Querida ofrece en Madrid un concierto rebosante de karaokes de amor

concierto2Es cierto que la inflexión en la voz de Ana Fernández – Villaverde puede crear monotonía en los acordes de esas letras bañadas por encuentros, desencuentros, dime que sí y que no, haciendo eses con los ritmos para encontrar el camino hacia la canción perfecta de pop, rumba, cumbia o flamenco. Pero no nos engañemos. En su forma de entregar su mensaje.

También podría ser que la distancia entre ella y su público, esa frialdad en los gestos (a veces metiendo las manos en los bolsillos, poniendo los brazos en jarra…) y la poca conversación con unos seguidores que abarrotaban la Sala Ocho y Medio madrileña pueda dar pie a exigírsele más a la cantante bilbaína.

Pero igual de cierto sería el reconocer que La Bien Querida tiene ya desde su primer y celebrado álbum, allá por el 2009, un conjunto de canciones que merecen estar entre los más destacado del pop nacional de la última década. Además, en cada álbum, entrega un tema para recordar («De momento abril», «Queridos tamarindos», «A veces ni eso», «Muero de amor»,  y ahora «7 días juntos»).

Por eso,  muchos de nosotros nos olvidamos que sus temas más electrónicos podían haber sobrado en su concierto, para evocar unas canciones perdurables y que lleva a su directo de forma tan delicada como transparente y, sobre todo, llenas de diversión (a pesar de que muchas de sus letras reflejan amores sin llegar a puerto, entre la esperanza y la decepción, como canta en una de sus canciones).

Siempre rodeada de amigos de «postín», aquí el ¡zas! llegó con una estupenda «Recompensarte», a izquierda y derecha con J de Los Planetas y Muchachito; para clavar una rumba y hacer del der-rumbe un suelo donde desplomar unas contundentes letras y melodía. El concierto, desde allí, quedó sellado «a fuego».

Igual es que ella es el placer y nosotros la culpa, por eso debemos descubrir el lado bueno de las cosas que tiene una artista que tiene en la simplicidad de su puesta en escena un pecado que nos tienta a repetir una canción tras otra; permanentemente.

¿Soy peor que los demás si creo que «7 días juntos» es una de las mejores canciones nacionales de este año?. Dejadme pasar, buscando lo esencial, de la rima de sus letras, del enlace entre la electrónica, el pop… y toda esa clase de ritmos que últimamente mezcla el grupo en sus últimos trabajos. Y , claro, teniendo a un lado a todo un David Rodríguez, las cosas pueden ser más fáciles de hacer.

La Bien Querida quería divertirse, nosotros queríamos quererles; y así hubiéramos seguido toda la noche. Recorriendo un papel mapamundi, de luceros que recorren un mundo multicolor.

De esta manera dejó lacrado su concierto madrileño; con su «de momento abril», ese estribillo de palmas inolvidable. Como una lluvia de estrellas y limones.

2 comentarios en “La Bien Querida ofrece en Madrid un concierto rebosante de karaokes de amor”

  1. No recordaba que en este santo blog hubiese algún fan de La Bien Querida, y lo celebro. A ver si no me extiendo mucho y logro resistirme al juego de palabras que se me van los dedos…

    Fue un concierto majestuoso, muy completo, con los tiempos perfectamente medidos, que resultó fascinante por la inteligente selección y la abrumadora calidad del repertorio. Sorprendió con un comienzo enérgico y espectacular, enlazando «Permanentemente» con «El lado bueno», sin duda dos de los mejores temas del disco… con semejante artillería de presentación, dudaba qué nos dejaría para el postre si ya desde el primer momento echaba tanta leña al fuego… qué equivocado estaba. A partir de ahí, algunos de sus temas clásicos se mezclaban con sorprendente naturalidad con otros más recientes de ‘Fuego’ y ‘Premeditación’. A mitad del recital, «Muero de amor» propició una seductora comunión con un público rendido, totalmente hechizado, en uno de los momentos más álgidos de la noche, ya que hubo al menos otros dos o tres más para la posteridad. Porque cuando parecía que el trío con J y Muchachito, que salieron a cantar «Recompensarte», era la sublimación de su propuesta de pop fusión, reapareció después Muchachito con las dos bailarinas para regalarnos una arrebatadora y esplendorosa interpretación de «Siete días juntos» que enardeció aún más a los asistentes en un final de concierto absolutamente memorable, de los momentos más mágicos y apoteósicos que recuerdo haber vivido en la tarima del OchoyMedio. Así, con el público embriagado de amor y buenrrollismo rumbero, y tras la celebrada “A veces ni eso” en los bises, “De momento abril” vino a poner el contrapunto tierno y emotivo a esta noche inolvidable.

    (desde nuestra posición, el batería era clavado a Manu Jiménez).

    Frw

Los comentarios están cerrados.