El madrileño Alberto Mielgo, es el cuarto en discordia en la carrera española hacia el Oscar, con su excelente corto » The Windshield Wiper», El limpiaparabrisas. Nadie sabía nada de su vida hasta ahora, y eso que ya tiene bajo el brazo tres Premios Emmy. Un artista que vivió en Londres, París, Berlín, Tokio y, después, en Los Ángeles; que dice moverse y viajar en bicicleta. Considera que la animación le gusta porque contiene a todas las artes. Creó PINKMAN TV para realizar la animación que siempre ha querido hacer. Después de varios premios, participó en un episodio para Netflix de la serie «Love,death and robots», «The Witness», con la que consiguió su prestigio merecido.
El corto es una coproducción con Estados Unidos y un trabajo conjunto con Leo Sánchez, en un proyecto que ha dado la luz tras cinco años de trabajo. Es un corto admirablemente vibrante, suavizado por los movimientos sinuosos de los cuerpos, en unos primeros planos a claroscuro, la mayor de las veces, tras una luminosa luz de Sol. Se observa la intención de dar respuesta a las consecuencias del amor, la incomunicación a través de las nuevas tecnologías y la posición del hombre en el mundo, o mejor, en el espacio. En el espacio que ocupa la identidad, arropado con unos colores asombrosamente luminosos.
Viento, mar, aire. Buscando una respuesta que no encontramos (ese mendigo hablando a un maniquí), dejándonos llevar (esa pareja en la playa), ó rompiendo la rutina de la casualidad (aquellos que se cruzan todos los días). La soledad como referencia y pregunta para un futuro inconcluso. La respuesta que tenemos cada uno, cuando nos dejamos llevar por imágenes que nos transportan hacia otros interrogantes.
Como personajes memoriosos que excaven con sus dedos entre los dibujos, las sombras que marcan las ventanas hacia esta luz. Millones de colores en quince minutos de silencios que son música. Como la que se escucha en la canción de Soko, «We might Be Dead By Tomorrow». Admirable.