Hace poco menos de cuatro años, un gran músico -aparte de amigo personal- decidió suspender su proyecto y abandonar la música por diversos motivos. No lo hizo público por medio de comunicados en las redes sociales ni nada parecido. Se marchó en silencio y nos lo fue contando a los amigos cercanos, casi uno por uno.
Personalmente me invadió una enorme tristeza, pues sus obras siempre han llegado a lo hondo. Considero este arte uno de los mejores remedios para combatir la locura que nos atenaza descarnadamente, siempre he dicho que estoy vivo gracias a la música y, a Salvador Tóxico, le corresponde gran parte de ese mérito. Está claro que tengo por él un afecto especial que trasciende lo meramente artístico, y no lo voy a negar.
Durante todo este tránsito desértico, hablamos muchas veces sobre su decisión, y siempre tuve la misma certeza que reflejaba en esta respuesta: «una persona como tú solo abandonará la música cuando desaparezca de este mundo».
Pues se cumple la parte buena de mis palabras: Javier Castellanos regresa con Salvador Tóxico y un conjunto de cinco temas recogidos en un EP titulado HOLI.
Con esa sencilla palabra tan coloquial presenta cinco joyas nacidas en la zona mas soleada de su planeta. Su inconfundible tono de voz arrulla los sentidos pero, esta vez, incorpora un brillo que da muestra de una gran felicidad. Javi entrega lo más bonito de sí mismo. ¿Qué mas se puede pedir?
HOLI es un trabajo íntimo: escrito, compuesto, programando, cantado y tocado en solitario con dos excepciones: el bajo, que suena por la mano de Chema Ruiz y la letra del último corte, Hojalata, que es de Manuel Jiménez, habituales colaboradores de Javi aparte de buenos amigos. Esto quiere decir que Salvador Tóxico regresa al lugar donde nació, como decía la gran Chus Lampreave que hacen las vacas cuando pierden el cencerro en «La flor de mi secreto». Quizás Javi perdió su cascabel de guia, pero no emprendió este viaje para desvanecerse, sino para recuperar su esencia. HOLI es un proyecto personal y profundo aunque totalmente luminoso, lejos de las simas abisales.
Estos cinco regalos son el preludio de otra entrega que se materializará en unos meses y que, en conjunto, darán cuerpo al cuarto Larga Duración de Salvador Tóxico.
No voy a extenderme más, que puedo resultar pesado y hastiaros antes siquiera de haberlo escuchado.
Pero antes debo presentaros a las personas que han participado en esta pequeña gran maravilla. Aparte de los mencionados Manuel Jiménez y Chema Ruiz, han colaborado Juan Hernando a las programaciones y sintetizadores, además de la producción, mezclado y masterizado. Las fotos son de Manu Otero y el diseño final de Javier Rico, que forman parte de Mutador
Ya se puede escuchar en las plataformas musicales habituales. Aquí os lo dejo, a gusto de cada cual.
Y en Bandcamp
Podéis seguir sus andanzas en Bluesky, Facebook e Instagram como siempre. Y, mientras disfrutamos de todo esto, no dejamos de esperar lo que vendrá en unos meses, que esperamos sean pocos.
❤️Gracias por volver❤️
Ganas de escucharlo, con lo que me gustaron sus discos, especialmente el primero.
Pues solo tienes que pinchar los enlaces de la reseña.
Spoiler: te va a encantar.
MARAVILLOSO