La evolución de Delaporte

DELAPORTE podían haberse quedado quietecitos y continuar la estela de Como anoche ( disco del que te hablábamos aquí como de lo mejor del 2019), un trabajo que los ha situado entre lo más interesante de la escena musical española. También los ha colocado en todos los festivales que se precien, porque sus directos son una auténtica fiesta loca donde los únicos que no bailan, están muertos. Pero estos dos son gente inquieta, con expectativas y por lo que estamos comprobando, aficionados a los riesgos y a los retos, fácilmente comprobable en su nuevo disco al que han llamado Las Montañas. El mismo nombre que uno de los singles de adelanto, con un gran vídeoclip (pero muy grande) que dirigió Eduardo Casanova y que nos avisaba de por dónde iban los nuevos tiros musicales.

Más oscuros, más distorsionados, menos tropicales, más nórdicos, más experimentales…Ojo al nuevo single y el nuevo vídeo, que otra vez vuelve a ser un trabajo visual magnético.

Más pesimistas (¿O tal vez más realistas?), y sin perder ni una pizca de personalidad propia y mirada única, su evolución toma varias direcciones. Las letras se han llenado de empoderamiento y de dudas, en una lucha por sobrevivir sin que te machaquen, pero también sin perder la dignidad, que no es poco. Todo sin renuncian a su vertiente hedonista en la que bailar ya es una justificación suficiente. Es como si en «Como anoche» celebraran una fiesta alegre y despreocupada y en «Las Motañas» también celebran, pero con la sensación de que cuando salgamos afuera, no nos va a gustar lo que encontraremos.. Al final CLAP CLAP, que salió por el lejanísimo enero de 2020, ha resultado una canciíon que sirve de puente entre los dos discos, por música y también por letra. Hicieron otro gran vídeo, por cierto.

La preciosa voz de Sandra tiene aquí mil matices seductores y sabe imprimirle a cada canción una personalidad propia, desde la melancolía hasta el éxtasis. Hay canciones más complejas, menos directas, momentos muy cañeros y varias colaboraciones que no quedan postizas. Hasta Putochinomaricón suena bien…

Es un disco para escucharlo muchas veces porque se convierte en un viaje sorprendente y variado, en el que nunca dejarás de encontrar detalles y no te va a cansar porque está hecho concienzudamente, trabajado con mil aristas y matices, lleno de entusiasmo por la música. Así que… ¿Consideramos ya a DELAPORTE como muy grandes? ¿Qué más tendrían que hacer? En cualquier caso, Las Montañas va a ser uno de los discos del año, vete apuntándolo en tu lista.