Es un terreno común en debates musicales que vivimos en una era de consumo rápido, donde todas las canciones se vuelven efímeras, empujadas por las novedades del último día. Necesitamos más novedades, más juventud, más sorpresas porque nunca es suficiente. Un ritmo imposible de seguir por las grandes estrellas de reconocimiento mundial, que deben resignarse a mantener su pequeño club de fans más fieles y renunciar a la conquista de otros nichos de mercado. Y le pasa a Madonna, le pasará a Lady Gaga y le está pasando a Moby. Su disco PLAY fue el cierre ideal de los noventa, convirtiéndose en un trabajo de éxito que lo hizo celebridad mundial. Comprometido sin ser un plasta y tan imitado que daba sonrojo. Luego vinieron otros discos, otros experimentos y varias giras (sus directos son una pasada). Cada vez fue menos la repercusión y fue perdiendo a muchos oyentes en el trayecto. Como resultado es muy probable que le preguntes a un millennial y ni lo conozca, pero para eso estamos aquí los del Atrozconleche, para seguirle la pista a quién lo merece. Porque que no sea masivo no cambia que Moby siempre ha sido alguien a respetar, que se toma en serio su trabajo y a quién no le importa equivocarse si lo hace buscando un camino creativo. A mí desde luego siempre me ha caído de puta madre y se me nota.
Ha seguido sacando discos (aunque tú no te hayas enterado) y ya lleva, ni más ni menos, que diecisiete. El último salió hace apenas unos días (en plena pandemia) y nos devuelve al mejor Moby pero actualizado. Un trabajo llamado ALL VISIBLE OBJECTS y cuyos beneficios donará íntegros a asociaciones defensoras de animales.
Impresiona especialmente el lirismo emocionante de las canciones más lentas, porque son mayoría las de caracter intimista, así que el piano clásico tiene más presencia que nunca. Abre muy bien los oídos a My Only Love, una elegía convertida en una de las canciones más bonitas que vas a escuchar en todo el 2020 sin duda.
Lo fuerte es que no es una canción original. Se trata de una versión de Roxy Music a la que no hay quién reconozca. Moby la ha llevado a su terreno, cambiandole el rollo por completo, y convirtiéndola en un tema de una tristeza desarmante.
No te imaginas lo bien que le van a sentar a tu mente las atmósferas hipnóticas en estos momentos de crispación,
Mantiene el habitual gusto para escoger las voces y consigue en varios momentos poner los pelos de punta. «Too much change» ha sido su segundo single.
Nunca olvida los temas más concienciados y políticos, con momentos para el Moby más cañero, que te darán ganas de lanzarte a la pista de baile como las locas. Hasta se permite el lujo del homenaje a un clásico noventero que seguro vas a reconocer con los primeros acordes.
Te dejo esta estupenda entrevista, porque es de esos tipos que siempre tiene algo interesante que contar.
Estoy escuchando el disco entero y lo flipo a caracolillos. Me encanta….
Vuelve al Moby mas noventero pero con todo lo que ahora sabe.
No es que esté escuchado versiones o remezclas de sus propios temas, es que son completamente nuevos pero miran fijo a maravillas como «Go».
Va a estar en loop mucho tiempo….
Un grande!! Este si que ha hecho por el dance, tocando todos los palos y bordándolos todos. Excelente homenaje!!
Por cierto, la original es una maravilla también. Esa última época del grupo es una gozada. Ese disco es uno de los primeros discos que entró en casa de la mano de mi hermano y me trae tan buenos recuerdos, por no decir que incluye joyas como «Over You» o «Same Old Scene», los mejores ¡Roxy Music!
Lo chulo es que se hayan convertido en dos canciones taaaaan distintas.
Moby siempre SIEMPRE ha sido la caña. Pero es de esas cañas que olvidamos a raticos para cogerlos luego con más fuerza.
Incluso hay un guilty pleasure de aquéllo que hizo con Amaral.