GusGus: 25 años enamorando

Parece mentira. Ya han pasado 25 años desde que una pandilla de islandeses se juntó poniendo en común su creatividad. Hicieron bastantes cosas pero ha sido su música la que más ha trascendido. No sé qué tiene esa tierra para las artes porque todo lo que viene de allí es sublime; debe ser cosa de la actividad volcánica que lo llena todo. Sin duda es un lugar que engancha muchísimo, yo he estado varias veces y cada vez vuelvo mas enamorado.

Durante este tiempo, han pasado por esta formación catorce personas, todas artistas multidisciplinares, aunque la mayoría son compositores musicales. Del conjunto original solo quedan dos: Stephan Stephensen y Birgir Þórarinsson, acompañados ahora por los fantásticos Daníel Ágúst Haraldsson, Urður Hákonardóttir y Högni Egilsson.

La gente suele pensar que el nombre GusGus se debe al ratón gordito que aparece en ‘Cenicienta’ de Disney. porque, además, uno de sus primeros temas se llama ‘Message From Disney’… Error: viene de una película, sí, pero se trata una joya de Fassbinder presentada en 1974 que se llama ‘Angst essen Seele auf’ (El miedo devora el alma) y que aquí tradujeron inexplicablemente como ‘Todos nos llamamos Alí’. El caso es que la coprotagonista, Emmi, preparaba cuscús para Alí y lo pronunciaba de una manera muy particular, algo así como gusgus, y ese detalle fue el que dio nombre a la banda. Así de fino han hilado siempre.

Han cocinado diez álbumes desde el casi experimental que llevó el nombre del grupo GusGus, lanzado en 1995, hasta el último de 2018 llamado Lies are more Flexible. Ninguno tiene desperdicio a mi juicio, su manera de hacer música tiene algo que atrapa sin remedio. Yo los conocí por un remix que hizo Gigi Galaxy  de ‘Barry’ un tema del primer disco que se incluyó en segundo trabajo: Polydistortion, donde tambien recogen casi todos temas del álbum primigenio como ‘Gun’, ‘Why’, ‘Polyester Day’, ‘Oh’, ‘Is Jesus your Pal’, ‘Purple’….

Al principio sonaban muy cercanos al Trip-Hop pero han ido evolucionando hacia el House y el Techno más puros sin perder su estilo característico. Siempre han tenido muy presente la temática homoerótica, no hay más que leer la letra de ‘Barry’ o ver el video de ‘David’.

Birgir, a pesar de estar siempre tras los teclados y monitores, es todo un personaje que le ha dado a la banda ese resplandor queer. Usa ropa de mujer, se maquilla, se pinta las uñas, se depila todo el cuerpo y se desenvuelve en un fabuloso halo de feminidad. Sthepensen, tras hacerse un test de esos de internet, dice de sí mismo que es un 56% gay, pero que nunca ha ido más allá de besarse con otros hombres. Daníel es un ser erótico celestial. Högni es una fuerza de la naturaleza y Urður la Valkiria del grupo. El caso es que saben muy bien a quien enfocar sus obras y lo hacen de una manera realmente elegante.

En 2005 dieron el salto a la Billboard de UK con el sencillo ‘David’ de su quinto larga duración Attention (2002) y empezaron a ser conocidos fuera de los entornos alternativos.

Para mí, su obra cumbre es Arabian Horse, publicado a finales de 2011, maravilloso colofón de lo que comenzaron con 24/7 (2009). Este disco es un regalo para los sentidos con esa sucesión hipnótica de temazos que te hacen volar. De todos los cortes ‘Deep Inside’ es el que más me gusta, pero quizás porque cantan todos y alguno tenía que escoger.

Ya veis que sus directos son sencillamente espectaculares, sobre todo cuando Daníel se vuelve loca fusionándose en un todo con la música, sin desmerecer al resto en absoluto. Forman un conjunto estético-sonoro brutal que casi te abduce, da igual que sea en un festival, en un estadio o en un local pequeño: lo dan absolutamente TODO, siempre, y vendería mis dos brazos por estar en una de sus sesiones, que ya me los he perdido un par de veces.  No se repetirá.

Yo no sé si estos toman algo para salir a tocar, pero sea lo que sea lo quiero para mi.