Kokoshca, no hay nada más alegre que lo suyo

Kokoshca visitaron la Sala Changó madrileña, tras unos cuantos años sin pisar la capital y con su álbum «La juventud» como excusa para explicar sus canciones. No es otra que conseguir el estribillo de pop perfecto en canciones de rock pluscuamperfectas. Respetados por la prensa musical a lo largo de canciones y álbumes desde su nacimiento en 2008, y con una pandilla de seguidores fieles (ojo a la grata sorpresa de encontrar esa cantidad de público tan joven en las primeras filas), es incomprensible el mayúsculo interrogante de porqué no alcanzan un estatus más alto de popularidad.

 

No se entiende. Porque sus canciones son fáciles, espontáneas, directas, divertidas; bailables, tarareables, brillantes. Sus letras son claras, hablan del ayer,del verano, del hoy, de tu ciudad y tu vecindario. Del presente («Te sigo esperando») y del futuro. De tu país («Himno de españa») y de tu barrio.

 

 

Sus composiciones, en directo, suenan perfectamente trabajadas; motivadas y empujadas por esos arreglos electrónicos que han dado un giro más reluciente,si cabe, a sus temas. ¿Que es, si no, el hit incontestable «La juventud»?. «Asia», «El verano»…fueron desfilando canciones sin bajar un listón tan personal como impactante de la banda nacida en Pamplona. Con el apoyo a los sintetizadores de Javier Carrasco, de Betacam (¡disco ya, por favor!), que se deja las uñas en los teclados, el sonido suena a las mil maravillas. No nos olvidemos, tampoco, de las guitarras. Y, ¡qué decir de esos últimos diez minutos de concierto!. Mezclando el «Así se baila el Siglo XX» de Hidrogenesse con el «Ritmo de la noche» de Mystic. Una auténtica pasada. Enhorabuena por regalar ese concierto, para uno de los mejores grupos nacionales actuales. Eskerrik asko grupazo!.

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