En Atroz con Leche somos muy partidarios de la industria musical alternativa, es un hecho.
Si, además, tenemos el honor de ver como nacen, crecen y triunfan formaciones musicales pues ya nos sentimos un poco madres orgullosas y los apoyamos a muerte.
Es el caso de los vigueses Presumido. Hemos seguido sus pasos desde el principio y no hemos hecho mas que asombrarnos con su poderío. Personalmente yo tengo el gusto de haber asistido tres de sus actuaciones en Madrid y han ido creciendo en cada una de ellas.
La última fue el pasado viernes ocho de noviembre en la sala Moby Dyck. Allí nos plantamos varias redactoras en primera fila y se nos comieron vivas. Su puesta en escena es rotunda: en lugar de situar el equipo de frente al público lo presentan en flanco, de manera que se puede apreciar cada maniobra sobre los instrumentos.
Tarci Ávila es la voz, guitarra, teclados y programaciones. Nacho Dafonte a la batería, bases de percusión y otros artilugios diabólicos. Estar a pie de escenario es como un trance celestial donde Nacho acaricia la percusión en una coreografía suave pero enérgica en la que parece flotar. Tarci abraza nuestros oídos con su voz y arreglos mientras nos atrapa con su presencia en escena.
Sus letras son radicalmente distintas pese a tratar la temática habitual: amor, alegría, tristeza, desamor, pasión, ilusión, desengaño…. ¿A quién se le ocurriría, por ejemplo, componer un tema sobre una base de latigazos, invitarnos a yacer en un necrocolchón o pedir réquiem a cuentagotas? Pues sólo a ellos. Tienen un sonido realmente propio, no se parecen a nadie aunque se notan las fuentes de las que han bebido. Tino Casal debe estar abrazándoles desde su Edén, enamorado perdido.
Cada tema es un bombazo. Tienen dos trabajos publicados, Vendetta y Cuatro Estaciones, y no encuentro ni un solo corte que pueda considerar siquiera de “relleno”. Todos Hitazos.
Tarci canta que no es nuestro consolador ni quiere sentirnos dentro. Pues ya es tarde para eso, querido.
DMalignus
Hay grupos que se hacen gigantes en directo y cuando los ves por primera vez, sabes que lo petarán. Me pasó con Viva Suecia, con Fuel Fandango, con Rosalía, con Dorian…
Hoy con los Presumido @presumidomusic me ha vuelto a ocurrir y han conseguido que me haga fan para siempre. Es increíble cómo solo dos personas pueden conseguir tal musicón en el escenario. Suma actitud y buenas canciones y lo tienes.
Lo van a petar, ya te lo digo yo…
MM
Máquinas perfectamente engrasadas e infectadas de música. Musicón que en directo es mucho más letal que en diferido. Y es que Tarci Ávila y Nacho Dafonte son dos músicos enormes. Y dos grandes teatreros. Tan importante como la propia música es la imagen, la actitud en el escenario, los detalles mínimos que hacen que el espectáculo sea diferente.
Luces que bailan a latigazos, humo vapóreo, figuras que se congelan y provocan el delirio. Corazones estrangulados entre el numeroso público. Y canciones preciosas que requieren del silencio cómplice del respetable. Fluyendo desde el minuto uno. El grueso del repertorio lo conformaba las canciones del disco aunque fueron muy coreadas algunas de las piezas más importantes del ‘Vendetta’.
La forma de cantar de Tarci es impresionante, cargada de musicalidad y matices. Voz que no desafina nunca ni en las muchas idas y venidas a la torre de máquinas que le rodea. Lo de Nacho es otra cosa complementaria y tan brutal que pone los pelos de punta. Ver interactuar a ese hombre con sus baterías y sus inventos del demonio es eso, demoníaco.
El conjunto es perfecto y está disponible para romperlo todo. Sus fans empiezan a crecer como legiones de reyes azotados por una música, ésta, necesaria, muy necesaria…
Mocico Viejo Official