Cuando se estrenó Scream se abrió un camino irónico y de autoconsciencia que le dio un nuevo aire de vida (o de muerte) al género por antonomasia de los ochenta que ya llevaba muerto un par de décadas. El slasher nació como respuesta a la aparición de asesinos en serie reales de los años setenta en USA, tomó muchas referencias estéticas del giallo italiano y tuvo grandes protagonistas de asesinos de ficción que han pasado a formar parte de la cultura popular, desde Jason Voorhes pasando por Freddy Krueger y llegando a Michael Myers.
De toda esa nueva generación de slashers irónicos yo me quedo con tres de mis favoritos sin ninguna duda.
Tucker y Dale contra el mal. Tiene litros de sangre pero aún muchísimas más carcajadas. La típica pandilla de descerebrados adolescentes con picores se encuentra con dos garrulos a los que confunden con asesinos y las escenas descacharrantes se suceden una tras otra entre malentendidos llenos de gore y vísceras. Ritmo vertiginoso y un no parar de disparates.
The Final Girls. Aquí la tópica pandilla actual se ve atrapada en una pantalla de cine donde proyectan la típica película ochentera con asesino en serie tras una máscara. Las risas y la sangre se juntan con un punto emotivo ya que la protagonista se encontrará con su madre y tendrán que ayudarse y superar conflictos.
Feliz día de tu muerte. Cuando el slasher se encontró con Atrapado en el tiempo. Un guion apoteósico, risas sin fin y una historia que funciona como un reloj para una peli que no salió en las listas de lo mejor del año pero es divertidísima. Lo fuerte es que tiene una segunda parte que mantiene el nivel y también es imprescindible.
Pues a estas tres maravillas hay que sumar a Sangrientos dieciseis (Totally Killer), otro regalo de la productora Blumhouse que se ha estrenado en Prime aprovechando Halloweeen. Aquí la premisa de partida se aprovecha otro clásico ochentero como Regreso al futuro. Y es que resulta que la prota Kiernan Shipka (estrella emergente gracias a la serie «Las escalofriantes aventuras de Sabrina«) se ve transportada a los ochenta por una máquina del tiempo y así podrá evitar los asesinatos de un psychokiller que se ventiló a tres amigas de su madre. Por supuesto, alterar el pasado traerá consecuencias y cambiarán los acontecimientos.
Aquí la comedia viene de poner a una chavala del 2022 en los años ochenta porque saltan por los aires todos los desajustes que hay por cuatro décadas de separación, así que veremos racismo, gordofobia, traiciones entre mujeres y muchos guiños a la cultura y el cine de los ochenta; tantos, que a veces hay que estar muy pendiente para no perder la cantidad de referencias por minuto que te echan en la cara. Sin que vaya a cambiar nada en la historia del cine no se toma demasiado en serio a sí misma, tiene una total falta de pretensiones, consigue que ver una película de estreno en plataforma no sea una decepción y, muy al contrario, se acaba con una sonrisa bien amplia. Más cuando compruebas que solo han necesitado de hora y media para hacértelo pasar pipa
He visto todas y son disfrutables, especialmente «Dale y Tucker», que me ENCANTÓ. La de «Totally Killer» empieza genial pero se va desinflando y, en mi opinión, abusa de los chistes generacionales y autoreferenciales. Los primeros diez minutos, quince son sensacionales, eso sí.
¡Gran artículo, queremos más de estos! :p