¡Son panteras!

Podía haber escogido otras tantas, o haber defendido a gritos lo último (y espléndido, otra vez) de Rosalía, antes de que sus «hackers», que los hay, (¡ay Dalai!) se lanzaran a crucificarla. Pero con las ganas que tenemos de lanzarnos y estrellarnos con las garras de cosas buenas y arañarnos a mover el cerebro, agitando el sabor de «senadora» de unos renacidos del todo Chico y Chica (directo,¡por favor!),  excarvamos y descubrimos entre el marasmo de sonidos, ritmos y lanzamientos que se le escapan a uno, otras tantas cosas igual de chulas.

 

 

Es lo que tiene esa cosita que se llama sorpresa. Uno que vive entre un millón y se cruza entre rayos de fiestas de colores, pasos de cebra que escuchan bocinas de lamentos; que rememora su pasado de hace ya décadas con lo nuevo de The Lightning Seeds, cuyos estribillos aún calzan las notas de «Pure» ó «Lucky you». Y no se arrepiente; porque llegan cosas nuevas, que conduce (en un tren de alta velocidad) esa cosita llamada sorpresa.

 

Por eso, defiendo, presento y proyecto desde aquí hoy, que podría ser mañana pero nunca pasado mañana, dos canciones entre un millón de las que se cruzan delante nuestro sin respetar el semáforo en verde. La primera, y tras su estupendo «Los más guapos de Madrid», el tema de mis queridísimos Chill Chicos: «Superfuertes».

 

¿Porqué?. Pues, simplemente, y porque me da la gana a mí decirlo, «Pantera» fue una de las grandes canciones de los últimos meses. Síganles la pista. La segunda, «Bailando mal», teeeemazo de ELYELLA, que invitan a otra banda debilidad de la casa, Ginebras.

Dénse el gusto de terminar cualquiera de sus días sin frenos y lanzarse al vacío. Son varios entre otros tantos millones. Pero les escogemos porque sí.