La infamia del ARNY

En HBO ya puedes disfrutar de la miniserie llamada «Arny. Historia de una infamia». He dicho «disfrutar» pero es mentira porque no se disfruta. Se sufre, produce verdadera angustia y dolor presenciar unos hechos que marcaron casi toda la década de los noventa en este país y que estigmatizaron al colectivo LGTBI durante mucho tiempo al relacionarlo con prostitución de menores.  La miniserie es escrupulosa en la presentación de los hechos, entretenida y muy bien documentada para remover al espectador y encabronarlo, porque van pasando los minutos y se te va poniendo peor cuerpo. Primero por la estupefacción, después con el asombro de no dar crédito a que se pudiera producir tal disparate para acabar con ganas de asesinar  porque además varias décadas después, nadie pidió perdón ni ninguno de los que causaron tanto daño pago sus culpas. Aunque en realidad sí hubo una persona que pidió perdón casi veinte años después y fue la periodista que ahora hace crítica televisiva llamada  Mariola Cubells. En su momento reconoció que en Canal9, en un programa donde ella trabajaba, se recibió a dos supuestos testigos que reconocieron que mentían y aún así se les entrevistó como si dijeran la verdad (lee el artículo aquí) . Ojo porque el programa de marras estaba producido por Ángel Moreno, que en ese momento era marido de Nieves Herrero, esa supuesta periodista con voz inocentona que está metida en todas las salsas de mierda que se menearon en los noventa (aquí también hizo de las suyas) y cuya cumbre fue el caso Alcasser. Dice Mariola:

Nunca le he contado esto que acabo de escribir, claro. Pero el otro día, cuando lo vi al borde de las lágrimas con Bertín Osborne recordando la tragedia que supuso para él y para su familia todo aquello, pensé que se lo debía. Que pedirle perdón, por la parte que me tocó en aquello, es lo mínimo que puedo hacer. Y que da igual los programas más o menos afortunados que haya presentado o vaya a presentar en su vida. Da igual. Nada superará nunca a la periodista, a la persona de mierda que fui aquel día.

A mí me parece un gesto a reconocer, por eso lo que menos he entendido de las declaraciones de Jesús Vazquez es que desprecie ese perdón cuando ha sido el único que ha tenido de todos los que participaron en la caza de brujas. Hay que acordarse mucho  de la juez instructora, María Auxiliadora Echávarri. Que no se nos olvide su nombre que aparece en muchas ocasiones a lo largo del metraje y todo el mundo habla de una instrucción del caso vergonzoza, hecha sin una pizca de sentido común y pasándose por el coño la presunción de inocencia hasta el punto de que antes del juicio el testigo número uno que dio lugar al caso se retractó y ella no lo tuvo en cuenta. Se llama Jose Antonio Sánchez Barriga y actualmente cumple condena por su tercer asesinato. Un angelito. Pero el tema es que el chaval reconoció que el jefe de la policía del grupo de menores de Sevilla le instó a denunciar poniéndole fotos delante de gente que ni conocía. Una pena que no se haya indagado más a este miembro de la policía que fue uno de los mayores promotores de la infamia y que con sus actos destila homofobia y una maldad que pone los pelos de punta.

 

 

Pero sigamos con la jueza (por suerte prejubilada) porque pese a las evidencias, su mala práxis, su huída hacia adelante y su métodos nefastos, en 2019 concedió una entrevista en la que todavía tenía el santo coño de decir esto:

Las acusaciones de algunos de los menores no se mantuvieron. No digo que se manipulase o comprase su testimonio, pero era más factible por su fragilidad y miedo. No estoy hablando de los abogados o imputados, sino de que cualquier comentario, incluso en los medios de comunicación, les asustaba por el lío en que se iban a meter.  Muchos de ellos, ya en la fase de instrucción, empezaron a no colaborar y a no declarar, empezaron a retraerse porque estaban desbordados por la situación, estaban asustados.

Vamos, que muchos de los que acusaban eran yonkis que hubieran vendido a su madre, que quedó demostrado que las teles pagaban dinerales porque dijeran barbaridades y la tía años después insiste en su error, así que he pensado que ya que ella se encargó de que todos conocieramos las caras de los presuntos, está bien que ahora todos conozcamos su cara por si alguien en Sevilla se la encuentra y le da mi desprecio más absoluto de mi parte. Asco y vergüenza, señora. Pero mucho asco. Me encantaría saber si es del OPUS, cosa que no me extrañaría porque ya se sabe que «la obra» ocupó muchas sillas de juez para poder impartir su mierda de ideología.

 

 

El momento cumbre de la miniserie llega con las declaraciones de Jesús Vázquez, el único de los imputados «famosos» que ha querido participar. Verlo roto de dolor, incapaz de continuar con la entrevista, relatando como durante dos años fueron acosados, insultados y llegaron a temer por su vida es una experiencia traumática que causa pesadillas durante varias noches. Dan ganas de ir a por él, darle un abrazo enorme y susurrarle al oído que tiene razón en su dolor que además se llevó por delante a su madre. El puto horror.

 

 

Pero hay más. El juez de menores Manuel Rico Lara fue suspendido de empleo y sueldo y convertido en un apestado cuando ni siquiera era homosexual. Es terrible escuchar a su hijo o a sus amigos describirlo como una persona buena y de gran trabajo con menores al que destrozaron la vida sin remisión porque ya falleció.

 

Me deja en especial muy conmovido el papel en todo esto del propietario del local, Carlos Saldaña, que se recorrió todos los platós dando la cara y fue condenado a (ojo) TREINTA Y TRES AÑOS  de los que cumplió nueve.  Su templanza y fortaleza pone los pelos de punta y parece increíble que aguantara sin haberse vuelto loco.

 

 

El papel de las televisiones y los medios pagando a testigos para que dijeran barbaridades («Se jugaba al Bingo y se sorteaba follarse a un menor) es despreciable, asqueroso y vomitivo. En especial es de un hipócrita vergonzante el papel de Pepe Navarro, un tío que hizo más cosas aparte de hacer famosa a La Veneno y que con el caso de las niñas de Alcasser y con el caso Arny en concreto demostró hasta donde es capaz de llegar la podredumbre humana. Porque querido Pepe, tiene muchos cojones que todas las noches pusieras el nombre de los imputados en tu programa y que una vez que fueron declarados inocentes, lleves a Jesús Vázquez al programa para hacerte el compungido y conmovido. Cojonazos nivel Dios.

 

 

Por supuesto también hay que hacer mención a Nieves Horrores y esos programas vomitivos que hacía con cara de no haber roto un plato en su vida. O el de Xavier Sardá que ahora va de periodista integro dando lecciones pero con sus Crónicas Marcianas rebasó cualquier límite del pundonor y la vergüenza informativa.

 

 

También hay que destacar al periódico El Mundo porque uno de los periodistas relacionados con el caso denuncia como sus artículos se manipulaban para seguir creando morbo y de hecho se despidió viendo como el tema apestaba. Por eso tiene tantos cojones que hoy en El Mundo (que sigue haciendo ese periodismo basura que tan bien se le da) haga ahora artículos que titula Jesús Vázquez habla del Caso Arny en un documental demoledor con los medios y que en ningún caso se nombren a sí mismos. El asco es infinito, amiguis.

 

 

Dentro de todo el estercolero y la caza de brujas que retrata el documental también hay héroes aunque sean los menos. Es el caso de ese periodista de El Mundo del que hablaba antes o de la periodista de Canal Sur Inmaculada Soto (la foto de arriba) que cuando le dijo a la jueza que el testigo número uno confesó que había mentido (y la tiparraca que llevaba el caso siguió con la instrucción sin tenerlo en cuenta), decició llevarlo a un plató a que denunciara su propia mentira. Pero lo malo, lo peor, lo más horrible de la misiserie es como nos muesrtra que daba igual la noticia porque lo importaba era hacerle un juicio por entero a la homosexualidad, algo de lo que ya he hablado aquí en varias ocasiones y que puede volver a suceder como dejó bien claro la alarma con la viruela del mono que rapidamente se asoció a las saunas homosexuales y sirvió para esparcir más toneladas de mierda.

3 comentarios en “La infamia del ARNY”

  1. Tremendo.
    Escuchaba ayer a Cristina Almeida que hizo de abogada defensora con la opinión en contra de su partido (creo que por entonces sería diputada). Yo tenía 15 años por entonces y no fui consciente de la magnitud de toda esa mierda y lo que supuso para los afectados.

  2. Una injusticia tremenda , me recordó al caso de Marta del castillo en el detalle de como la policía hizo de mal el trabajo, en este caso incluso está señalada supuestamente como parte de la cabeza pensante de tal atrocidad (caso Arny).
    De la mentalidad homofóbica de la época ….horror máximo!, pero no me escandalizó ya que en los 90 eras visto como un vicioso , un pederasta o un enfermo o quién sabe en esas mentes retrógradas , enfermas de odio y sin ninguna inteligencia emocional que no olvidemos que existen en todo tipo de personas que pueden ser, policías jueces, fiscales,albañiles , peluqueros , médicos… o lo que sea, hombre o mujer claro está. No obviemos eso. Pero desgraciadamente aún tiene eco en la sociedad actual andaluza o en general más bien, pero quizás por haberla vivido yo allí lo puedo decir que no todo está hoy en día tan adelantado» como creemos , queda mucho por caminar aún. Y el circo que se montó es de vergüenza, la señora jueza es de una poca profesionalidad y calidad humana cuanto menos…que no sé cómo no hubo represalias legales en contra de ella y el puesto que representa. Pero obviamente serán estás cosas del poder, que ya sabemos… Supuestamente, será del grupo de los que son intocables por algun poder aún mayor que no le interesa mover nada más y la dejaron ahí , con un cargo capaz de joder vidas pero claro, todo tendrá su interés,» perro no come perro», supongo yo… En fin, la justicia es una ruleta rusa si cae en manos y mentes sucias y egos tan grandes como su propia incompetencia.

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