The Divine Comedy, aquel grupo que despertó a muchos de nosotros la suerte de un Burt Bacharach bañado en sirope de brillantes arreglos orquestales y melodías vibrantes en camas solitarias, (donde no tenías planes para esos fines de semana de desamor y pereza con la mejor de las músicas posibles), nos visita en marzo del año próximo. Como su arsenal de composiciones merece ser recordada, no ha tenido mejor idea que proponer volver sobre los pasos de un «Charmed Life – The best of The Divine Comedy», que se publicará el 4 de febrero de 2022, con 24 de sus mejores momentos, más el premio de la nueva «The best mistakes».
El trabajo ha sido remasterizado en Abbey Road Studios. El grupo, que nació en Irlanda del Norte en 1989, tiene a Neil Hannon como «front-man» indiscutible, tras haber pasado por la banda un buen número de músicos. Con doce álbumes de estudio, más un recopilatorio anterior, posee en su haber un puñado de las más memorables imágenes de pop tan aquilatado como crepuscular, donde su líder ejemplarizaba sobre los usos y costumbres del ciudadano medio, con ironía y buenas dosis de literatura aplicada a sus letras. A lo largo de estos años, nada les acomplejaba tocar en un Festival ó un teatro, porque el siempre simpático de Hannon se acobarda ante muy poco. Un detalle sería su canción para una Eurovisión imaginaria, dedicada a España, bajo el seúdonimo de Eduardo Maldonado Castellano de la Cruz. Damos por seguro que cuando presente maravillas como «National Express», «Something for the weekend», «Our mutual friend» (guiño a Charles Dickens…), o cualquiera de su imperial álbum «Casanova», a más de uno nos vendrán a la mente la nostalgia y los buenos recuerdos de la buena música que escuchábamos hace tres décadas, y ahora mismo. Salud señor Hannon. Nos vemos pronto. Fechas previstas, hasta ahora, de sus conciertos en España: Domingo, 6 de marzo de 2022: Donostia-San Sebastián. Auditorio Kursaal. Miércoles, 9 de marzo: Madrid. Nuevo Apolo. Jueves, 10 de marzo. Barcelona. L»Auditori. Las entradas ya están a la venta.
Fantásticos, tuve la suerte de disfrutar de un concierto de Neil Hannon, con su piano y una botella de vino, fabuloso.