A ver, a ver, a ver…. Que yo me entere. ¿Que la Vaquerizo va a impartir clases de Historia? Pero ¿dónde? ¿dirigidas a quién? ¿a la colonia de simios del Zoo de Madrid? Debe ser una broma o, como poco, una parodia de dudoso gusto.
Vamos por partes. Si buscamos en Google, encontraremos que Vaquerizo estudió en la Facultad de Ciencias de la Información, pero no sabemos -aunque lo intuimos- en qué curso se quedó, porque en ningún sitio se dice que haya alcanzado la licenciatura. Habida cuenta, se le presupone un mínimo de cultura. Eso sí: debe ser algo muy exiguo en vista de las luces demostradas en sus numerosas intervenciones públicas.
Bueno, vale. Aceptamos que algo debe tener dentro de esa cabeza aparte de restos de maquillaje y espuma de cerveza porque, llevárselo crudo mamarracheando, lo hace divinamente.
Lo que me parece insultante es que alguien haya decidido que este sujeto tenga capacidad para impartir 25 sesiones de Historia en una nueva plataforma propiedad del gigante Amazon llamada Audible. Si, si, como leéis: clases de Historia…
Peeeroooo ¿historia de qué? ¿de la sombra de ojos? ¿de los envases de cerveza? ¿de la cirugía plástica? Pues no, según las notas de prensa distribuidas en los medios: «Son 25 entregas en las que Vaquerizo contará, a su manera, la Historia de España necesaria para aprobar la selectividad» ¡¡Tracatrá!! La Selectividad, ni más ni menos.
Bueno, con la coletilla “a su manera” creo que dejan claro el verdadero objetivo de este espacio: una radionovela que solo servirá para incrementar el sentimiento de vergüenza ajena de quien tenga valor y un mínimo de criterio para aguantarlo, además de engordar saldo en la cuenta bancaria del susodicho. Al menos no tendrán que verle la cara, ya que será todo en formato podcast.
Con estas primicias, para mí, esta nueva plataforma Audible cambia de sentido y pasa a ser directamente Prescindible.
Mario Vaquerizo es a la divulgacion de la Historia es el Nuevo Trump a la terapeutica del Covid. Yo ya te digo que cada uno pierda el tiempo, el dinero o la bilis como quiera, pero en casa hemos dejado de usar su champu, beber su cerveza o ver los programas en los que sale. Y somos mucho mas felices. Alguien se anima?
Yo hace eones que me negué a darles pábulo a esta pareja de sacamantecas, porque si el uno es un jeta la otra se deja hacer, como siempre, y va con la mano tonta llevándoselo crudo encantada de la vida.
No veo ni veré ninguno de sus espectáculos, y la «musica» que hacen me parece que se ajusta a la misma regla de tres que has explicado antes.
Un país avanza cuanto más «cuida, valora y respeta a sus docentes» y el intrusismo en la docencia de personajes de este nivel, no ayuda en absoluto a avanzar.
Cuantísima razón, Isabel. Es una falta de respeto intolerable a los docentes que trabajan durísimo para que el nivel cultural de este país no caiga en los lodos de estos personajes.