Sold out. Entradas agotadas. Colgar este cartel en estos tiempos turbulentos me sigue sorprendiendo. Pero eso fue lo que pasó anoche. Unos cuantos madrileños pasamos del frío glacial que (por fin) ha decidido visitarnos y nos lanzamos a la calle para REVENTAR el aforo de la Sala But y poder disfrutar de Miranda! en directo.
Ziggy Stardust haciendo versiones de Pimpinela. Lo glam, lo kistch, lo hortera y lo casposo mezclado en una batidora de vaso. Y funciona, vaya si funciona.
Pensaba que era de los pocos a los que este actual dúo (anteriormente quinteto que fue disminuyendo) le gustaba tanto que sufrió una salida del armario: de guilty pleasure a mirinder! El patio de butacas a reventar de gente que quería disfrutar de esta propuesta buenrollista, que coreaba y cantaba todas las letras de sus canciones, tan sencillas y con giros tan simples como la estrofa «tu presencia me nivela y detiene mi caer» en una tema puramente pop y que no chirríe, (deberían dar una masterclass a la mitad del pop en castellano y a unos cuantos que cantan en guarroslavo…)
Empezaron fuerte con «Ya lo sabía», desgranando todos los éxitos de sus 16 años de carrera («Perfecta», «Hola», «Fantasmas» y la inevitable «Don») y algunos temas de su nuevo disco, «Fuerte», junto con versiones imposibles como «Cola song» de Inna.
He de decir que fui al concierto con algo de suspicacia, ya que «Safari» me dejó bastante frío y de su último lp no había escuchado nada; suspicacia que se quedó en el suelo de la discoteca, junto con mi voz, tras desgañitarme coreando cada canción. Hay noches en los que todo coincide y no me arrepiento nada de haber tenido que renunciar a acudir al final de gira de Fuel Fandango para poder disfrutar de Ala y Juliana. Esperemos que no tarden otros diez años en cruzar el charco. Mientras tanto, aquellos que podáis disfrutarlos (Barcelona, Valencia), pillad una entrada si es que siguen a la venta. Anoche en Madrid, por una hora y media, el verano de Buenos Aires nos hizo una visita.
Los adoro. Te confieso que fui de incógnito…
Efectivamente, estuvo muy bien!
¡Dos horas sin parar de bailar!
Y cantaron 340 canciones sin parar!!!
Aaaaaaaaaaaamén.