Casi nada que ponerte

Dicen que para escribir «cien años de soledad» estuvo mucho tiempo pensando, porque no encontraba la manera de narrar una historia tan sencilla y tan compleja a la vez. Hasta que una noche dio con la solución. Había estado siempre delante suyo, pero era tan evidente que no podía verla a golpe de vista. A partir de entonces narró como se narran las buenas historias de antaño, como una trenza.

«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de 20 casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos.»

Narrar como quien peina a una niña,  tres historias que se van entrecruzando hasta formar un tejido perfecto. En el caso de «Casi nada que ponerte» las tres historias son las de Mario y Roberto, el Gordo, dos advenedizos, pareja de hombres, que consiguieron engatusar a la alta sociedad argentina de la dictadura con sus diseños traídos «de París» (para entender estas últimas comillas deberéis leer el libro), el corralito y la crisis posterior, tan parecida a la que vivimos nosotros actualmente, y sobre todo la historia de la autora, que con siete meses tuvo que abandonar Argentina para afincarse en Barcelona, pasando a ser uno de esos niños de ningún sitio, donde el hogar y el colegio distan medio mundo, y por ende sobre todos esos expatriados de segunda generación, medio apátridas, medio locos.

Ahora pensarás «uff, otro libro de la dictadura» o «meh, otro libro del corralito». Tienes toda la razón. Es un libro sobre la dictadura y el corralito. Pero es diferente, no es sobre los vencedores, ni sobre los vencidos, sino sobre los grandes olvidados: los supervivientes. Los que se la consiguieron meter doblada al poder oficial. Es un libro, sobre todo, que rompe con las tradiciones narrativas a las que estamos acostumbrados. A medio camino entre el reportaje, el teatro, la ficción pura y dura, siendo todo eso y mucho más. Y sobre todo es una lectura donde Lucía, curtida en mil y un periódicos y en mil y un festivales, te emocionará.

lucia_inmavarandela

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