22 cosas que le pido a los 33

Hay quien hace planteamientos a los 20, a los 30 o a los 40. Hoy cumplo 33, y a mí me da por hacerlo hoy. Estas son las 22 cosas que le pido a los 33:

Hacer algo con el tamaño de mi cuerpo. No con la altura, que es imposible a no ser que me ampute las piernas, y mira, no. No puedo crecer más a lo alto, pero a lo ancho no paro. Debo hacer algo para conseguirlo, y eso me lleva a…
… Mantener una dieta más sana. Necesito eliminar la freidora de mi vida, y sacrificarme luchando con la ansiedad con algo que no sean las grasas. Hay quien fuma, hay quien boxea, y yo como. Como y me pongo como un cachalote peludo.
Ver más a mi familia. Vivir a 600 kilómetros de distancia no ayuda, y las tarifas de los trenes AVE no facilitan las escapadas de fin de semana para personas con sueldos más bien justitos. Necesito una TARDIS o un curro adicional que sea cómodo, para hacer desde casa, y que me reporte ingresos adicionales. ¿Sexo por webcam?
Recuperar viejas costumbres, como enviar correos electrónicos completamente sin motivo a personas que sí merecen los motivos. Hablo de los que están en Bruselas, de los que están en Hospitalet de Llobregat, de los que están en Esplugues, en el Prat o en un minipiso en Gràcia. No me olvido de ellos.
La dignificación de la mano obrera. Que alguien le diga a la gente de dentro de los despachos que llevar traje y tener mesa dentro de 4 paredes no te hace mejor persona, ni mucho menos mayor merecedor de una vida mejor.
Un vídeo dedicado de Showry. Qué coño, un máster de food porn impartido por Showry.
La total convicción de que se puede vivir sin tener una propiedad más allá de un teléfono móvil. Siempre he soñado con vivir en un ático con terraza y vivo en lo contrario. Y eso no es malo, no tiene que serlo. Realmente lo sé, pero el yo caprichoso siempre tiende a dar un poco la lata. Tengo techo, y comida (se nota en las curvas), así que la queja debería desterrarse.
Ver más a esa gente que se interesa por ti y ver menos a la gente que pone cara de asco cuando te ve.
Poner en una balanza el esfuerzo contra los resultados y actuar en consecuencia. Más vida útil y menos perder el tiempo.
Recuperar la actitud positiva que a veces se te cae por culpa de otras personas. Because haters gonna hate pero para eso están los haters.
Cerrar la mano porque el dinero se va.
Aceptar que la muerte está siempre dando vueltas y cerca. A medida que el tiempo pasa la gente va desapareciendo, y por probabilidad cada vez es más frecuente que haya muertes cercanas. Recuerdo que la primera vez que estuve en un tanatorio sólo podía reír. Reír de nervios, de tensión, de no querer ser consciente de dónde estaba y por qué. Con el tiempo eso ha cambiado pero aún me cuesta aceptar que nacemos para morir, y cada vez tengo más miedo de que me toque de cerca. No hablo de mí, si no de mi pareja, mi familia cercana, los amigos cercanos, mi perro. Pienso en ello y lo único que quiero es llorar y desaparecer del mundo.
Que se valore mi trabajo. Si me contratan para A y en la práctica hago A, B, C y D, me voy a ir a E.
Ir al cine más.
Poner en su sitio a la sociedad y que acepten que hay gente que no está hecha para salir de noche a los sitios de moda a beber por beber, y que disfruta haciendo otras cosas. Por suerte, no todos gustamos de lo mismo ni tenemos las mismas aficiones. Es una cuestión de aceptación.
Agradecer cada noche a mi pareja que me prepare la cena, aunque la prepare yo. Las noches que no lo hago me falta algo. Como la noche que no me llevo el almohadazo antes de dormir. Algo falta.
Jugar más con mi peluche peludo de cuatro patas que jadea a la mínima.
Follar más.
Poder tener tiempo para escribir. Es algo que me da vida, me gusta, aunque no sea un poeta ni salgan best-seller de mis dedos. Tengo el espacio y tengo la proyección. Me falta el tiempo.
Ver más a los que fueron compañeros de trabajo y ahora son eso y amigos. Hablo de Vanessa, de Raquel, de Marcos, de Marta. Los afterworks se crearon realmente para hacer amigos.
Escuchar más música. Por favor, recomendaciones en comentarios.
Y, sobre todo, ser feliz.