Con esto de las vacaciones estivales; uno que se cruza el charco, cual reportera intrépida de esta bendita página y allá que me vuelvo a ir al Perú (sí, lleva artículo, una cosa incomprensible, sobre todo teniendo en cuenta la ausencia absoluta que hacen en los medios locales de tan importante elemento gramatical, pero ese es otro tema queridas)
Pues allá que me voy, y nada más llegar; ponéos en situación: Salir de Madrid a 45 grados a la sombra, tu la mar de mono con tus bermudas, para hacerte un viaje cómodo de 12 horas (que se convirtieron en 16 gracias a Air Europa) y llegar a Lima, en pleno invierno, con un 100% de humedad y un frío que pela; a las 5 de la mañana… vamos un cuadro…
Y de Lima, que es un trasunto de Londres pero venido a menos (por lo gris y húmedo nada más…. ) allí que nos vamos MÁNCORA, que es como irse a Ibiza del Perú… sí, sí….
Para llegar, tienes que coger un avión, de esos de helices, que dices, mira que Indiana Jones voy; luego un autobús (que no te lo recomiendo por nada del mundo) o un taxi (teniendo en cuenta que el 90% son ilegales, lo mismo terminas en mitad del desierto en bragas y poco más) o alquilar un coche por que son 2 horas y media de camino aprox. Eso sí, la famosa Panamericana, de autoría tipo M40 nanai de la china: unos boquetes en el pavimento, que puedes plantar melones, y en el mejor de los casos hacerte una piscina olímpica, vamos, que es toda una experiencia a lo Telma y Louise atravesar el desierto con semejante pavimento.
Llegas a Máncora y hombre… Ibiza… no es, vamos, que le quedan como 50 años de evolución, pero bueno, al menos pasas del crudo invierno otra vez al verano de Giorgi Dan; así que vale, aceptamos barco…. Que las habitaciones (de uno de los mejores hoteles de la zona) tiene unos agujeros en la pared que ves el cuarto de baño…. no pasa nada…. que el techo está abierto y por la noche entran unos mosquitos del tamaño de un pterodáctilo, no pasa nada….. que el desayuno incluido consiste en huevos fritos o revueltos Y NADA MÁS!!! (5 días así y acabaré con el colesterol que no hay danacol que me lo quite) no pasa nada…..
La foto no le hace para naaaaaaaada justicia…. esto tiene más photoshop que un posado de verano de Ana Obregón.
El caso, es que bueno, ya que estás, pues te adaptas, aunque quieras matar al hotel de al lado por que se pasa toda la noche con el reguetton y la cumbia hasta las 6 de la mañana…
Así que un día, pues en un ataque de ala! que modernos somos y qué atrevidas! dijimos: «Vamos a bucear y a ver las focas»
Para empezar; yo que soy hijo de marinero de luces, me dije, bah! no me tomo nada para el mareo, por que yo…. pues estoy acostumbrado (luego caí que llevo casi 15 años en Madrid y soy más de secano que ojú, pero bueno…) Y ahí que nos vamos mi respetable y yo, montados en una barca, tipo lámina de papel, con otras 10 criaturas, todas guiris por cierto, y los monitores de buceo…. 20 minutos! 20 minutos con oleaje y aquello que sube y que baja y que vuelve a subir…. claro, al llegar, ya tenía los huevos revueltos del desayuno en los pies, y los otros en la garganta…
Llega a la plataforma donde vas a bajar a ver los peces; y nada más llegar te dice que no puedes bajarte del barco, porque la plataforma petrolífera abandonada, está llena de lobos de mar y son agresivos; vamos como una reunión de marujas en la playa en hora punta, y ahora intenta tu poner un pie en su parcela de arena…. te comen vivo; así que solución: ponte el neopreno en la barca:
La plataforma al fondo… lo demás sobra…
Sólo os digo una cosa: IMPOSIBLE, ponerse un neopreno, ya de por sí, es una tortura y no favorece nada, salvo que tengas un cuerpazo tipo Adonis; sino… automáticamente te conviertes en una foca marina y te puedes integrar perfectamente en la plataforma con el resto de compañeras. Y si encima, lo tienes que hacer en una barca con parkinson, menos…. un tortura; tanto es así que el monitor me dijo: «mira, como te estás poniendo amarillo, cuando acabes de ponerte el traje, tírate al agua para que se te pase el mal color» Literal!!!!
Dicho y echo! me tiro al agua y oh sorpresa!!! Flotas! y ahí que estoy yo, cual muñeco de michelin negro, y amarillo, flotando en mitad del océano, junto a una plataforma petrolifera abandonada llenas de lobos de mar peleándose entre ellos y yo pensando… de esta no salgo vivo…. aquí me comen o me viola un lobo marino macho.
Y llega el momento de la instrucción: colócate la bombona, los pesos, las aletas, el tubo, el chaleco…. Os juro que yo sólo quería llorar y pensaba para mis adentros: qué coño hago yo aquí, si odio el deporte, si yo soy más de un libro, una terraza, un chiringuito…. pero hijo… por darle gusto al conyugue uno hace lo que sea…. eso sí… el susodicho que es más de secano que una cigarra extremeña, amarillo no…. ya era verde gusiluz como mínimo..
Y ahí que nos lanzan al agua; literal por que después de volver a subir a la barca (odisea) colocarte el equipo que pesa un quintal (con ganas de llorar) y ver la cara de terror, el monitor te dice cuenta hasta tres y te dejas caer al agua… tres…. tres…. en el uno y medio me dio un empujón que salí disparado al fondo del mar y ya me veía como la sirenita cantando «bajo el mar….»
Por cierto, en el microcurso de buceo, te enseñan signos con las manos para poder comunicarte debajo del agua, hay uno, con el dedo pulgar hacia arriba, tipo like de Facebook, que es para decir que todo está ok, evidente no?? pues no, yo entendí que eso significa «quiero subir a la superficie»… no os cuento la de veces que hice el dichoso gesto cuando estábamos abajo, por que no soportaba más, y el pobre monitor que entendía que todo iba bien y me llevaba más profundo.. a lo hondo… y yo noooo arriba (dedo pulgar alzado) y él ok!! abajo!!!
Total, que lo que es buceando, como tal, estuve 30 segundos, el resto fue una tortura: ponte el neopreno, quítate el neopreno, tirate al agua que estas verde, súbete al barco, vomita, te estás poniendo amarillo…. Vamos una bonita experiencia que pienso repetir una y mil veces….
Solo deciros que no acabe el curso, en cuanto pasó un barco de recreo me puse a gritar cual náufrago en isla desierta suplicando para que me llevasen a tierra…. ahí perdí el poco glamour que me quedaba…. las focas de la plataforma aplaudieron mi estampida…. qué le vamos a hacer…. me he vuelto de secano.
Pues a mi casi coñuge y a mi si nos gusto Mancora. Estabamos casi solos en el pueblo. Nos dimos enormes paseos por las playas desiertas pero llenas de pelicanos y comimos unos arroces con ostiones negros que eran una pasada….pero vamos q eso del buceo lo evitamos. Lo dicho…tu dale al.pisco sour q sales ganando
El problema Sr. Abedul, es que coincidió con fiestas patrias, así que en los 5 días que estuvimos, no dormimos absolutamente nada, eso añadido al ataque de los zancudos… pues no fué lo más ideal del mundo. Eso sí, comimos como dioses… y soy más de chilcanos que de pisco sour, que tiene muy mala resaca.
Como seguro q cada zancud de esos te extraia medio litro de sangre por picadura y habras vuelto a Lima con una anemia de yegua te animo a q vayas un domingo al medio dia a comer al Señorio de Sulco que si sigue abierto y como era hace años cuandoy yo fui fue una expereriencia gastroalcoholica digna de levantar a un muerto
Me he meado de la risa !!