Aquí tenemos a una grande. Grande de verdad. De las que se ajustan a las tradiciones.
De las que siguen el «allí donde fueres, haz lo que vieres».
Así que Bar, en la cena con los senadores McCain y Markey les deja ver que ella sí aprendió cómo Lewinsky cayó bien a las altas esferas políticas americanas.
Y creánme. Aúnque McCain se desconcierte, está encantado.
Siempre digo que esta señora ya lo ha dao todo y, mírala, otra vez nos sorprende la muy hija de putDIVA…
Que FUERTA es la cabrona!