Con motivo del estreno del que parece ser el documental definitivo sobre Kurt Cobain, Montage of Heck, dirigido por Brett Morgen, quiero destacar la figura del líder de Nirvana no como la basta caricatura que nos lo ha mostrado como un ser deprimido, gritón, violento y drogadicto, sino como la de un verdadero defensor de la causa gay, cosa que el colectivo en su mayoría ignora.
Cuando en mi fase preadolescente buscaba, como cualquiera en esa etapa de confusión superlativa, un referente moral en el que apoyar mi comportamiento, en el que depositar mis convicciones, opté por hacerlo por Nirvana. Bastaron, además de su música y sus letras, declaraciones muy concretas que me hicieron verlo como un verdadero activista gay que, lamentablemente, no ha pasado a la historia de la música como tal, ni siquiera en un grado mínimo.
De su boca salieron a finales de los 80 reflexiones que para un homosexual adolescente en pleno descubrimiento de su identidad eran un auténtico bálsamo, una mano amiga para ayudarle a atravesar esa fase en la que se vive permanentemente con un nudo en la garganta:
- “Me gustaría eliminar a todos los sexistas, racistas y homófobos de nuestro público. Sé que están ahí, y eso me fastidia”
- “Usando un vestido puedo demostrar que puedo ser tan femenino como quiera. Soy heterosexual… gran cosa…pero si fuera homosexual no me importaría”
- “Si odias a las mujeres y a los homosexuales, no vengas a nuestros conciertos”
- “En mi espíritu soy gay, podría ser homosexual, pero no lo soy”
- “Respeto a las personas que promueven lo que sienten sexualmente”
- “Sabía que era diferente. Incluso pensé que podría ser gay porque no me podía identificar con ninguno de los niños. A ninguno le gustaba el arte o la música, sólo querían pelear y follar. Fue hace muchos años, pero aquello me dio un auténtico odio por el macho medio americano”
Por no hablar de que a su paso por el instituto fue insultado por juntarse con maricas y, por aquellos tiempos, detenido mientras grafiteaba God is gay en un muro de Seattle.
Puede que el grunge nunca haya tenido un público mayoritariamente homosexual, pero que quede claro que su principal impulsor, el que lo catapultó a la gran industria de la música, fue, de una forma natural y sin pretensiones comerciales, un ferviente defensor de los gays.
Le veo más icono de la tolerancia en general, muy gran post!
Es cierto, además por aquella época propulsó que en los festivales saliesen vestidos de mujeres otros cantantes de grupos reivindicando una mayor tolerancia hacia el colectivo gay como el caso de Evan Dando de los Lemonheads (que también haría ese pequeño himno con video incluido que se llamaba «Big gay heart») o posteriormente Dave Grohl con sus Foo Figthers que también han sido abanderados de la causa (vídeos, grabaciones con grandes iconos gays como Bob Mould).
Además como bien dices, en el vídeo de In Bloom, salían disfrazados de mujeres.
La frase «God is gay» llegó a incluirla en la canción «Stay Away» además de en los graffitis que realizó de joven…en cualquier caso, y a pesar de ese aura de inadaptado, kurt cobain siempre me pareció un gran tipo con una sensibilidad extrema. Y guaperrimo a más no poder.
Si está claro que Kurt es el mito que es por lo que significó, que en el mundo de la música, tan supuestamente moderno pero en el fondo tan machista, fue muchísimo y no por las canciones solamente.
¡Gran post! Hay que reivindicar figuras como la de Cobain. Por más que nos hayan querido vender un mito oscuro, fue un tío con más luces que sombras…
Y más rico, dan ganas de acariciarle la cabecica
Bueno, tampoco hay que pasarse… :P