Acabo de terminar ‘La casa de los relojes parados’, un libro que me ha dejado una sensación extraña, me ha revuelto. Creo, además, que justo era la intención de su autor MiguelG, porque relata una serie de situaciones, estados de ánimo y circunstancias que, literalmente, ponen los pelos como grifos monomando (ya iba siendo hora de actualizar lo de las escarpias)
No sé si debería decir que se trata de una colección de terrores, de esos miedos que muchos tenemos agazapados por ahí dentro y que nos asaltan de vez en cuando sin piedad de ninguna clase. Soy de las personas que comienzan las lecturas sin mirar las sinopsis que algunas veces aparecen en las contraportadas de las ediciones actuales, o en las reseñas que se pueden encontrar por las redes, de modo que me sumergí directamente tras las dedicatorias y las citas, bastante intrigantes por cierto.
Según avanzaba me iba desconcertando con cada entrada, pues se articula como las anotaciones de un diario escritas por Ceferino, el protagonista de la historia. Todo resulta extraño pero magnético, tanto que cuesta dejar de leer. Que los apuntes sean cortos hace que la lectura resulte rápida porque incita a devorar el siguiente de un modo rabioso. Esto no es malo en absoluto, mas bien al contrario: hacía mucho tiempo que un libro no me perturbaba tanto y sin esperarlo.
No quiero meter la pata y revelar datos de la trama, lo que se viene llamando hacer spoiler no sé por qué. No me gustan los anglicismos (si, ya lo he dicho muchas veces, pero no me canso de repetirlo). Por preservar la integridad de la obra voy a ceñirme a parte de lo que se desvela en la sinopsis: ‘La casa de los relojes parados’ es una asfixiante novela donde todo se va complicando a medida que avanzan sus páginas, una cuenta atrás para que no cese el maldito tic-tac y donde encontraremos un extenso catálogo de tullidos, payasos, drogas, torturas, dudas, suposiciones y gente de mal querer’.
Desde luego se trata de una pesadilla que se prolonga durante un tiempo indeterminado a pesar de que hay relojes por todas partes, donde nunca se sabe si es de día o de noche y si va a tener fin en algún momento. Presente y Pasado se mezclan de un modo abominable. El Futuro no existe.
¿Quién es MiguelG? Pues un escritor nacido en Ceuta que actualmente vive en Málaga y prefiere mantener el significado de la G en secreto. Cuenta con una obra bastante extensa pues éste es su noveno libro, autoeditado como muchos de sus títulos anteriores, esta vez a través de Ediciones Ende. Ha participado en varias antologías y atesora en sus estanterías algunos premios como los otorgados por www.narrativagay.com. También ha sido jurado durante varias ediciones del Premio Odisea. Además de novelas, tambien escribe y dirige obras de teatro y lo hace de manera casi compulsiva, pues cuenta con mas de cincuenta títulos en su haber. Le gusta tambien hacer collages y cosas similares. Para remate es muy mono ¿No me creéis?
Algunas de sus obras, incluida la que nos ocupa, están disponibles en su tienda virtual. También podéis saber mas cosas de él en: Instagram, Twitter y Facebook.
Pues nada, aquí nos quedamos esperando tu siguiente novela. No tardes mucho, por favor.