Novela corta para uno de los escritores más elegantes del Reino Unido. Su obra está repleta de grandes momentos. Mi favorito, hasta ahora, era Expiación (Atonement, 2001), uno de esos libros que hace que te aficiones a la lectura sin remedio y cuya adaptación cinematográfica está a la altura de tan exuberante historia de amor, mentiras y desencuentros en tiempos de guerra.
Sin embargo en esta «Cáscara de nuez» McEwan hace que te metas dentro de la barriga de una pobre asesina (o cómplice). El narrador es un feto. Experto catador de vinos, juez, filósofo, hastiado de vivir, sin haber nacido. Hijo no deseado con un humor ácido que hace que sonrías durante la lectura de un drama en toda regla. Y es que esa manera de contar historias de una forma tan especial está al alcance de unos pocos privilegiados. Un análisis de una sociedad de moral muy baja, envueltos en basura, preocupados por procurarse placer: físico y económico. Chonis de la vida, torpes y sin escrúpulos, enzarzados en una pelea a contrarreloj contra su propia moralidad y el «saludable» ejercicio de tirar por la calle de enmedio eliminando a quién sea necesario para conseguir el objetivo. No queremos, ni debemos, desvelar nada más (aunque leyendo la sinopsis ya nos hacemos una amplia idea de por dónde va la historia) porque nos gustaría debatir sobre esta pequeña/gran pieza literaria con todos/as los/as que os atreváis a leerla. Hay imágenes inolvidables que os quedarán grabadas a fuego en la memoria. Cosas que todos hemos pensado alguna…
UN DIEZ
No sé, no veo yo ese diez tan claro…