Si hay una película que me educó emocional y sentimentalmente es «La ley del deseo » de (por supuesto y por si queda alguien que aún no lo sepa) Almodóvar. He hablado mil veces de ella pero está bien que de nuevo le dedique unas líneas en su 30 aniversario que se celebró ayer día 7 de Febrero. Han pasado treinta años , que se dice pronto, y me sigue enfermando igual.
Cuando se le ningunea, cuando lees en las redes comentarios despreciando su cine, cuando te encuentras la típica cuñadaconversación donde se defenestra al cine español y a su máximo representante, me acuerdo de «La ley del deseo» y me dan ganas de reírme en la puta cara de quién osa a hablar sin tener ni idea, porque en el fondo, eso es lo que trasmiten. No tienen ni idea de lo que fue ver en un cine de doble sesión la película en 1987. No habían pasado ni veinte minutos de película cuando la gente en el cine se volvió loca lanzando vasos y botellas a la pantalla y gritando «¡MARICONES!». Juro que llegué a asustarme mucho, hundido en la oscuridad de la butaca para que nadie me reconociera. Por suerte, la audacia de la película era tal que puso a aquellos bestias en una tesitura en la que no les quedó más remedio que abandonar la sala, mientras no dejaban de gritar «¡MARICONES!», para que nadie de los que permanecíamos allí tuviéramos duda de lo que estábamos presenciando. Mientras, en la pantalla, Eusebio Poncela buscaba lubricante en el cajón para después poner patas arriba a Antonio Banderas y follárselo con la luz apagada. Tampoco había visto algo parecido en la vida.
Repito; era 1987 y yo (al menos yo) jamás había visto un largometraje tan radical, tan trágico, tan valiente, tan poético, tan loco y tan maricón. Ni en el cine que venía de USA ni de otros países. Pero es que no sólo era en el cine. No había leído jamás un libro así. Transexuales y homosexuales que se aceptaban como eran, que vivían la vida hasta el límite, que follaban sin descanso y con pasión desbordada, que usaban las drogas como una parte más de su vida sin desvaríos, que parecían vivir a todas horas en una fiesta interminable y se divertían y penaban en un Madrid colorido, brillante y mítico . Da la impresión de que nunca existió más allá de esos fotogramas.
Si de alguna manera, amo a Madrid y a la gente que hay dentro es sin duda por esta película. Y cada vez que viajo allí me dejo llevar por la nostalgia de lo que nunca viví aunque en realidad, forme parte de mi vida.
La ley del deseo también me instruyó con que es imposible separar el amor pasional de la locura, que se tocan en tantos aspectos que lo difícil es mantenerse cuerdo cuando te entregas a alguien y lo haces renunciando a todo lo que eras tú y ya no serás. Que el amor siempre terminará en fatalidad, que no hay nada que se pueda hacer para evitarlo porque en la misma moneda que te hace ser feliz cuando da la cara, te hará morirte de dolor cuando se de la vuelta y sea la cruz.
Y la música, qué importante fue la lección musical que me hizo descubrir mundos más allá del pop de radioformula. Porque hay momentos que solo se pueden expresar con un bolero o que te escriba la letra Jacques Brel y dar lugar a escenas más tristemente hermosas de la historia del cine.
https://www.youtube.com/watch?v=rKaltkZbcMY
Me enseñó que no hay nadie más dañino, homófobo y violento que un marica reprimido sin salir del armario. Pasarían los años y me encontraría a mucha gente así; esos que en el instituto más me insultaron y un día descubrí chupando pollas. O aquel compañero de curro que me hizo la vida imposible y un día, sin saber que era yo tras habernos contactado en una web de ligoteo, vino a mi casa a follar. Qué sensación tan maravillosa tuve al abrirle la puerta, reconocerlo y tras darme excusas tontas mientras le temblaba la voz, le cerré de un portazo en la cara. Y sonreí satisfecho..
Con treinta años que han pasado, más consciente soy aún de hasta que punto una hora y media de película me marcó los pasos a seguir y su influencia en mi manera de pensar no sólo disminuye sino que cada vez se hace más enorme, casi colosal. Por ejemplo, aprendí lo liberadora , traicionera, satisfactoria, esclava y maldita que puede llegar a ser la escritura. En cuantos líos me ha metido, cuantas veces me dió lo que la vida no me puede dar.
Tras verla, en mi subconsciente quedó grabado lo importante que es buscarse una familia propia cuando eres maricón. Una familia inventada a la que agarrarse para sobrevivir. No importa qué padres, qué hermanos o qué lazos de sangre te hayan dado en una cuestión de pura genética. Lo que importa es la familia que hayas decidido elegir tú y que frente a las penalidades, será la que te salve la vida. Y en ello estoy; tratando de que no se rompa la familia que un día elegí aunque sea tan tremendamente difícil mantenerla a salvo.
Eduqué mi gusto para que la perfección no fuese lo importante. La ley del deseo no es perfecta, tiene fallos, algunas escenas un poco así y más defectos que podría enumerar, pero..¿Y qué? Prefiero mil veces la imperfecciones que me trasmiten sentimientos tan profundos que la pura perfección, tan fría y aburrida.
-Tú me quieres. Lo noto. Pero te gusta hacerte pasar por un frívolo.
-Soy un frívolo.
-Estás pidiendo cariño a gritos…
-Puede ser. Pero no todo me sirve.
La película me dio la enorme lección de que no hay placer que se pueda comparar a amanecer abrazado a tu novio haciendo la cucharilla. En el fondo siempre he sabido que si la persona que me gustaba no disfrutaba con una posición así, no merecía la pena ni intentarlo, porque nos perderíamos lo más dulce y entonces…¿Para qué seguir?
Pero también me lleve al curriculum emocional muchísimas cosas sobre el cine en general y sobre el mundo de Almodóvar en particular. Por ejemplo, que si se saben leerr en todas sus películas se encuentran las claves de otras películas que haría más tarde ; el encuentro de Tina con el sacerdote que fue su amante tiene la semlla de «La Mala Educación» y el paseo de Tina por el pasillo yendo a visitar a su hermano ya anuncia lo que sería «Tacones lejanos».
– Mira lo que he encontrado aquí. Un cuartito de coca.
– No es suficiente para acusarle de toxicómano.
– No, pero basta para hacer dos rayas. ¿Quieres?
También pasó el tiempo y fui consciente de que posiblemente sea su película donde mejor dirigidos están los actores; me refiero al elenco masculino, claro. Porque la mejor actuación de Banderas es sin duda en otro peliculón llamado Atame! (que tiempos aquellos donde era capaz de dar tanto…) pero allí sólo estaba él y claro, no cuenta.
«Quererte de este modo es un delito.
Y estoy dispuesto a pagar por ello.
Lo sabía ya cuando te abordé en la discoteca,
Imaginaba que sería un precio muy alto.
Pero no me arrepiento.
No me importa lo que ocurra dentro de una hora.
Y tampoco quiero que tú pienses en ello…»
El trío protagonista formado por Poncela-Banderas-Molina es, con sus actuaciones, uno de los triángulos que más define como desean, aman y sufren los maricas. Ponte a repasar tu historial amoroso y comproborás como tú siempre has sido uno de los tres. Una pena que Almodóvar y Poncela acabaran remal del rodaje (para variar), porque podrían haber dado grandes alegrías. Y lo de Poncela y Banderas se entiende porque siempre han sido buenos actuando, pero dirigir bien a Miki Molina tiene un mérito que pa qué.
-Tu papel, no es que esté inspirado en ti, pero guarda cierta afinidad… A lo que se respecta con los tíos.
-Yo no tengo problemas con los tíos, porque para mí hace ya tiempo que no existen.
-¿Y te parece poco problema ése?
-Te prohíbo que toques el menor acontecimiento de MI vida, por ridícula que sea tengo derecho a que se me respete.
-¿Pero quien ha dicho que tu vida sea ridícula?
-No hace falta que lo diga nadie, Yo lo sé. Mis fracasos con los hombres, son algo más que el argumento de un guión, no permito que ni tú ni nadie, juegue con ellos.
-¡Nadie va a jugar con ellos!
-Son míos, me oyes, míos.
-¡Anda y envenénate la vida con ellos, si tanto te gustan!
-No me gustan, hijo de puta. Pero he tenido que pagar un precio demasiado alto por ellos, y son lo único que tengo.
Y luego está la Maura, que habrá otras actuaciones mejores, pero su papel de Tina es mi favorito de la historia del cine y me quedo tan ancho. En su dolor, en los mordicos que le da a la vida, en su quebranto y en su manera de efrentarse a las vicisitudes mientras mira altiva sabiéndose condenada a la soledad pero sin ser nunca una víctima. En cada gesto, en tono de voz y en cada zancada está todo lo que es capaz de hacer una actriz por un personaje. Ser de verdad. Más de verdad (siendo mentira, un personaje) que las de verdad. Supongo que por eso me golpea siempre la conversación que mantiene con Pablo, su hermano amnésico en el hospital.
Después de dejarme, conseguí un pasaporte falso, y me fui a París; no me atrevía a veros a ti y a mamá. Volví a España para su funeral. Allí fue, cuando tú y yo, volvimos a encontrarnos. Estábamos los dos tan solos, y a pesar de no habernos visto durante tantos años, nos seguíamos queriendo tanto. Y tú no me guardabas ningún rencor, y eso yo nunca te lo agradeceré bastante. Por eso me quede contigo; eres lo único que tengo.
Las palabras que allí le dice son las que mas veces me han emocionado y me siguen emocionando, porque ¿Sabes? También descubrí que puedo ver la peli más de cien veces y no cansarme nunca. Así debería ser la vida. Ojalá.
Más sobre Almodóvar:
Siéntate, y vete desnudándote. Sin prisas: Así…, eso es. No te quites todavía los calzoncillos. No me mires; no me mires…, estas solo, recuérdalo. A TU izquierda, hay un espejo. ¿Lo ves? Levántate y acércate a el. Mírate en el espejo. Bésate en los labios. ¡Vamos! Otra vez. Piensa que es a MI a quien besas, y te gusta. Refriegate el paquete con el cristal. ¡Más! Te encanta, eso es…: Ahora vuelve a la cama. Acaríciate suavemente con las yemas de los dedos, por donde más te guste. Cógete el paquete y acaríciatelo por encima del calzoncillo. ¡Pero de verdad, tienes que ponerte cachondo…eh! Quítate el calzoncillo. ¡Quítatelo! Date la vuelta. Apóyate sobre las rodillas. Tócate entre las nalgas. ¡Las piernas no, entre las nalgas! Eso, eso…; Estas cada vez más cachondo. Ahora: ¡Pídeme que te folle! No me mires; Ya no estoy aquí, sino a TU lado, y quieres que te folle. ¡Vamos, dímelo!
¿Pero…, no habíamos quedado en…?
Lo que quiero es que me lo pidas; vamos…, no tengas miedo, es solo una palabra.
Follame. Follame. Follame. Follame.
Quiero que me sientas dentro de TI; Solo quiero que goces.
¡Sigue!
¡Dime cuando te vas a correr? ¿Me sientes dentro?
¡Si, si! Creo que me voy a correr.
¡YO también!
Lo has hecho muy bien: Después de ducharte puedes irte.
Eres una intensa, pero que maravilla de artículo <3
Eso también me lo enseñó la película, no es culpa mía sino de Tina!!!
Se te olvida la maravillosa actuación de Fernando Guillén y su hijo, en la ficción y en la vida real. Hay un diálogo maravilloso, cuando Fernando Guillén Cuervo llama hijoputa a Carmen Maura y está de le da una hostia. Su padre le mira y le dice: «Tu madre no se merecía que te pegases por ella».
Más que olvidar era la intención de no convertir el post en la biblia en pasta, que por los pelos…
Precioso artículo. Esta película es una joya del cine español y del universo almodovariano, fue un arañazo de realidad proyectado que a todos nos ha ayudado. Para mí es especial por ser la primera peli de Almodóvar y de temática LGTB que vi hará unos 13 años y nunca me cansaré de verla.
Yo me he dado cuenta que no pasa un año sin que la vea al menos una vez y ya van muchos años.
M’encanta!!
Fantástico! Para mí también fue muy especial ver esa película en un cine de Murcia!!
Como creo q ya os he contado a varios, esta peli es muy especial para mí. La rodaron en parte en el Ramiro de maeztu miéntras yo estudiaba allí, y parte en la casa q es trasera de la gasolinera de María de Molina, y yo iba al CEU a buscar a mi entonces novia ( si, tuve alguna..). La fontanería donde Antonio banderas compra cosas para hacer la reformilla y le atiende Agustín Almodóvar era en realidad una papelería q ya no existe en la misma calle. Total q desde q la vi, me dedicaba a pasear buscando localizaciónes de sus películas y ahora tengo trilladisimo Madrid en general y Chamberí en particular. Frases sueltas de epitafio es raro q no las diga cada día….Y coincido en q en esta peli Almodóvar muestra muchos iconos y fetiches q luego se asoman en futuras cintas, y q reiteran detalles de forma obsesiva (como en los cuadros de Dalí). Hace dos semanas fui a ver La voz humana al teatro, y ne me quittes pas no salía de mi mente… Me ha encantado leer tu post. Cuando quieras te doy un paseo cinéfilo por mi barrio…..
Si supieras que he intentado buscar la plaza donde ocurre la escena final y aunque me han explicado el sitio nunca he dado con él…
Osea, que por supuesssssto me apunto a esa ruta. Llevaré pañales para no dejar un reguero.
El piso donde vive tina y la policía dispara al personaje de Antonio banderas? Es la plaza de la pastilla, subiendo desde la calle Segovia, en los edificios de la izquierda.
Plaza de la paja….Puto corrector…..
Lo de la Plaza de la pastilla tampoco está nada mal, jajaja. Ojalá existiera.
Y entre que soy disléxico y que el corrector de mi móvil resiste cualquier posibilidad de ser desactivado, no veas las chorradas que soy capaz de escribir. Mis amigos se descojonan….La plaza de la paja está en Madrid, al lado de la calle Segovia y la iglesia de San Andrés. Cerca de la plaza de los carros donde Marisa Paredes pagaba a un jovencito Joaquín cortes para que le quitase unos zapatos que le estaban matando…
En Sevilla, por las noches, de cualquier día de verano, es banda sonora en imágenes «Riégueme, ¡vamos!, no se corte ¡riégueme!». No miento, es literal, aquí nos han regado a conciencia. Que estupendo ‘post’.
En eso, como en tantas cosas, Sevilla y Murcia, hermanas hasta la muerte, pero es cierto que las noches calurosas de verano desde esa peli (con o sin manguerazo) tienen un rollete muy especial que siempre hacen que me acuerde de «La ley del deseo».
¡Qué cosa más bonita de entrada! El párrafo de la familia me ha llegao al alma :)
Se ponen los pelos d punta al leer este post!…
Plas! Plas! Plas!
BRAVO!