El legado de Martes y 13 es tan inabarcable que muchos años después aún se nota su influencia cuando saltan los resortes de la memoria humoristica a la primera de cambio. Y a ti te habrá pasado como a mí, que acto seguido de lamentar la muerte de Tina Turner lo que te vino a la cabeza es un famoso sketch de la pareja de humoristas que mezclaba el absurdo y la capacidad de Millán Salcedo para las imitaciones, a las que daba una personalidad propia sin perder de vista el referente al que imitaba. El caso es que el momentazo no tiene ningún misterio pero a día de hoy yo me sigo meando de la risa.
Lo que posiblemente desconozcas es que los decorados que aparecen de fondo reproduciendo la Gran Vía madrileña y algunas zonas del barrio de Lavapiés (a principios del pasado siglo XX) son parte de los que se usaron para la serie «La forja de un rebelde», situados en lo que actualmente es la Ciudad de la Imagen. Eran tiempos donde se reaprovechaba todo.
No he sido el único que se ha acordado de Millán Salcedo y él ha acudido a la llamada de sus fans para unirse a las condolencias por Tina (¿O deberíamos decir Atina?) y homenajear también a los helechos, porque vamos a ser sinceros…¿A qué tú también alguna vez en la vida te has puesto una maceta en la cabeza y has cantado por Atina Turner? Pincha el reel aquí.
Maceta en la cabeza no, pero antes de ese sketch lo que hacía era coger la fregona, darle la vuelta y jugar a que era Tina Turner.
Luego llegaba la bronca por dejar todas las paredes llenas de salpicaduras.
Pero la fregona estaba limpia o sucia?
No me acuerdo. Lo que sí había era una habitación donde se guardaban estas cosas con las paredes enyesadas que absorbían las gotas que daba gusto.
Con fregona-vileda, con helecho o con lo que fuera Tina Turner fue única e inspiradora (no hace falta que lo diga yo, vaya!), lo de Millán Salcedo necesita y merece una entrada que le haga justicia dentro del humor porque es maravilloso lo suyo.