Siempre es un placer contar con personas que tienen historias interesantes por contar y que, además, quieran compartirlas con nosotros. Hemos invitado a @diosesimperfectos a compartir sus palabras sobre uno de esos mitos artísticos algo lejanos y, por supuesto, absolutamente imperfectos por no decir abominables del todo. Se trata del escultor Auguste Rodin y así nos lo cuenta:
<<Auguste Rodin (París, 1840 – 1917) fue el más famoso escultor francés, dotado de un extraordinario dominio de la técnica, y unánimemente considerado el padre de la escultura moderna.
Era además un hombre muy atractivo, con un insaciable apetito sexual que marcaría toda su vida y, como no, su obra, donde predominan las figuras de cuerpos desnudos en tensión, como ‘El pensador’, y en posturas apasionadas como ‘La eterna primavera’ o ‘El beso’.
Aunque nunca se separó de Rose Beuret, su primera musa, con quien se casaría pero que terminaría convertida en poco más que su sirvienta -y cuyo hijo en común nunca reconoció-, tuvo tantas amantes como peces en el mar, desde anónimas modelos o discípulas mucho más jóvenes, a mujeres importantes que le encargaron que las esculpiese, como las duquesas de Choissy y de Malborough, o la bailarina Isadora Duncan, que en sus memorias narra como el artista, al ir a tomarle las medidas «deslizó sus manos por mis caderas, mis piernas desnudas, empezó a moldear mi cuerpo como si fuera arcilla, mientras que del suyo emanaba un calor que me derretía».
Su amante más duradera y tormentosa fue Camille Claudel, talentosa alumna a la que sedujo teniendo ella 19 años y él 43, que pasó de musa a ayudante, y a quién confió el modelaje de pies y manos de muchas de sus obras, llegando a existir dudas de la autoría de varias de ellas, pero eclipsando Rodin, menospreciándola constantemente, toda la prometedora carrera de Camille, que acabaría sola y arruinada en un manicomio, esculpiendo cabezas de bebés.
Rodin consideraba su obra maestra la estatua de 3 metros que le habían encargado de Balzac, el más importante novelista francés, pero cuando la Sociedad de las Letras Francesas vio lo que había modelado (al escritor desnudo, agarrándose el pene erecto) casi les da un patatús, y Rodin se vio obligado a vestir la figura con una túnica, si bien se seguía apreciando lo que hacía por debajo con la mano, y le dijeron que nanai, que ellos eran revolucionarios pero sin pasarse.
Pasados los años y tras muchos vaivenes, la estatua de Balzac no preside como debería la plaza del Palais-Royal parisina, sino un rincón del jardín del MOMA de New York.>>
Gracias @diosesimperfectos por esta aportación, aquí siempre tendrás un espacio para contarnos estas historias tan estupendas.
Os invitamos a visitar su página en IG donde todo es muy, pero que muy, interesante.
Gracias por este post de Rodin ( Dios y Monstruo ).
Muy chulo.
Lujazo!
Queremos más!
Una historia muy interesante, sí señor.