Porque nunca te diremos adiós. Porque formaste parte de varias generaciones de españoles que, pegados al televisor, observábamos cómo movías la melena, arriba y abajo, mientras cantabas eso de «para hacer bien el amor hay que venir al sur», sin perder nunca el norte, ni una sonrisa tan brillante como luminosa. Y, explota,explota, me expló….el corazón nos explotó a todos.
Sonabas y sonarás como banda sonora, junto a Abba, de todas las bodas y de todas las nocheviejas; porque no hay fiesta, más allá de que desaparezcamos todos, donde suenen las contagiosas melodías de esas canciones universales. Y cuando el «rumore» de ese viento que lleven tus letras contagie a los que vengan detrás, habrá alguien que les dirá que esta mujer formó parte de la educación televisiva (y festiva) de varias décadas de la vida española de un pasado reciente.
Un país, necesitado de picaresca (» Y se encuentra una mujer, Qué dolor,qué dolor…dentro de un armario), y de baile, fuera de prejuicios de clase. Ella unió a todo tipo de público y de todas las edades. Por eso proclamaba que «una vida es una vida cuando tienes libertad». Con sus ritmos inequívocamente ochenteros, sin trampa ni cartón, las lentejuelas de su arte y su amplia sonrisa perdurarán siempre. Con tan sólo nueve años comenzó su andadura, que cubriría la canción, composición, el baile, la coreografía y la actuación. Ahí queda eso. Por eso, no te podemos decir adiós. Contigo seguiremos coreando: » ¡Qué fantástica, fantástica esta fiesta!». Una y otra vez.
Ay, Rafaella.
Aquellos bailes como el TucaTuca…. Toda ella era una explosión de luz y alegría y no solo sobre el escenario: cuando presentaba programas se nos metía en los bolsillos y, por supuesto en los corazones. No recuerdo una sola imagen negativa de ella. Jamás dio escándalos de ninguna clase. Siempre alegre, perfecta, cercana….
Se va una grande. Otra mas…. Se ha ido joven a pesar de su edad, porque ella siempre fue lo fue.
Hasta siempre, Rafaella.
Hubo un momento en el que todos mis recopilatorios en mp3 para el coche, o empezaban con una canción de ella, o contenían un temazo de los suyos.
Ciao, Raffaella.
Era una alegría de rompe y rasga. Iba a decir que descanse en paz pero en este caso sería mejor que siguiese contagiando su fuerza y su energía allí donde esté.
Fue mi primera inspiración cuando era un tierno infante. Jamás la olvidaré!
Y no nos podemos olvidar de la canción ‘Lucas’, lanzada en 1978, y en la que ya te contaba con normalidad en aquellos años lo que ya debería ser normal en nuestros tiempos, y tratado allende por ella, como ahora la mayoría de medios ni se acercan a tratarlo, comprendelo ni normalizarlo.
Grandísima siempre!!
No recuerdo ni una sola fiesta sin que alguna de sus canciones pusiese en pie hasta al más muermete del lugar. Muchas gracias, Raffaella!
Nunca oí de ella un solo comentario negativo o despectivo . Representó la alegría de vivir con una música siempre positiva y unificadora de sexos ,edades e ideas . Rara virtud la de esta mujer y un verdadero placer haberla escuchado durante todos estos años . Grande Rafaella
Qué triste, pero que bonito está quedando el cielo con tanta estrella. ✨✨
Adiós Raffaella. Diosa forever.
Siempre formará parte de nuestras vidas..siempre será eterna!
Junto a Raffaella Carra – que recobro gracias al programa la enorme popularidad que habia gozado en la decada de 1970 – el programa conto con la colaboracion de los actores Loles Leon y Luis Lorenzo Crespo, asi como un equipo de humoristas integrado por Las Virtudes, Cruz y Raya, Marianico el corto, Pedro Reyes y Moncho Borrajo. Especial popularidad alcanzo el hipnotizador Tony Kamo que hipnotizaba a personajes anonimos y tambien a alguno de los invitados famosos al programa, provocando situaciones divertidas.
Nunca olvidaré sus grandes enseñanzas. Aquellos mensajes intrínsecos en sus canciones. Como aquel que para follar bien había que ir al sur.