Pablo Albuerne es de esos cocineros llamado a triunfar en los medios y lleva años saltando de un sitio a otro, hasta que por fin recaló en La Vanguardia. El asturiano cocina recetas facilísimas en un par de minutos con ingredientes al alcance de todos, en sitios poco habituales y con métodos heterodoxos y muy efectivos. Se hace llamar Gipsy Chef.
Pero si te fijas, este post está inscrito en la categoría de chulazos, porque el chico cocina bien, pero si yo no me pierdo ninguno de sus vídeos es por otra cosa. Está aquí porque es de esos tíos que al cumplir años, se ha puesto mucho mejor. La voz tiene bastante que ver para que me ponga las claras al punto de nieve, porque ¡Vaya voz! Rasgada, grave y muy masculina…Me lo imagino diciendo guarradas y me pongo mala pa acostarme.
El erotismo de su cocina también viene por como trata a los ingredientes, usando manos para todo, sin problema. Imaginarlo en otros menesteres es bien fácil y dan ganas de chuparse…los dedos. Se junta a su chulería de fantarrón que se las sabe todas, que es lo opuesto a esos cocineros que parecen venir de un velatorio. Ay Gipsy, lo que daría porque acabara conmigo como siempre acaba sus recetas: probándolas y diciendo BEEEEESTIAAAAAL.
Se conoce que está separado y tiene dos hijos. Lo mismo ahora hace a pelo y a pluma, pero parece ser hetero
Me temo que es hetero sin remisión.
Yo no puedo con la necesidad de tener que crearte un sello, un personaje. Sus <> y similares, me saturan.
Eso sí, ya he cogido un par de recetas…