El cuerpo necesita nutrientes para mantener la salud física pero el espíritu también precisa ser alimentado para no caer en la oscuridad de esta primera pandemia del siglo XXI que, como La Peste de otros tiempos, está segando vidas por decenas de miles y sometiendo a los habitantes de La Tierra a un confinamiento sin precedentes.
En medio de esta situación distópica tenemos, además, que soportar a gente sin alma que se afana en sembrar miedo y quebrar los ánimos cubriendo con su inmundicia todo en general y a los artistas en particular, a quienes denominan titiriteros despectivamente y califican de parásitos a erradicar.
Me gustaría ver a esa horda rabiosa pasar estos días de encierro domiciliario sin música, cine, series, libros y demás alimentos para el alma, aunque de esa chusma se puede esperar cualquier cosa.
Hablando de nutrientes para el espíritu, nuestro redactor Mocico Viejo puso ayer en mis manos esta maravilla que un grupo de bailarines han grabado, cada uno en solitario, bajo la dirección del cineasta portugués Antonio Da Silva especializado en cortos de temática gay y claro, no he tenido más remedio que compartirlo con ustedes.
Se llama Quarantine Free Film y advierto que os va a dejar flotando y sin reserva de carefrees.
Dentro vídeo (pinchad en el título)