Queer Eye es una nueva versión del famoso reality Queer Eye (valga la rebuznancia), un programa donde cinco marimodernas tenían como misión hacerle un cambio estético a un hetero cualquiera. El original comenzó su andadura hace unos quince años (que se dice pronto) y es cierto que la sociedad ha cambiado muy rápido desde los albores del siglo XXI, pero aún así el formato sigue teniendo mordiente y sobre todo, gracia.
Netflix ha visto el filón del lobby gay para una nueva generación que no conoce el formato y lo ha estrenado ahora en nuestro país. La dinámica es exactamente la misma que hace quince años pero con cinco nuevos maricas que tienen como objetivo cambiar a un hetero y no sólo físicamente, también de cabecita, de la decoración de su casa o incluso para preparar una fiesta. que hay de todo. Lo cierto es que es un reality que a priori lo tiene todo para parecerme un horror, pero lo dejé puesto y cuando me descuidé ya me había visto toda la temporada en un periquete. La pinta fashion de los cinco coaches (que palabra tan odiosa!) no puede dar más repelús y representan cada uno a un gay tópico y típico al que esperas decir obviedades maricas sin fin. Pero no. Y ese es uno de los grandísimos aciertos, porque el caso es que el formato funciona. Primero por un ritmo endiablado con el que no te aburres un momento. Segundo por la elección de los participantes, un buen puñado de garrulos, heteruzos votantes de Trump, maricas dentro del armario y hasta un bombero.
Esa variedad de personajes hace que cada capítulo sea muy distinto en formato, temática y labores a realizar y la mezcla del mundo hetero con el mundo marica no puede ser más descacharrante. Vamos, que no te aburres ni una pizca. Luego están los FAB5 (el equipo de expertos maricas) que pese a todos mis prejuicios, me han convencido y me han convencido mucho, especialmente Jonathan Van Ness, un disparate divertidísimo que te gustaría tener a tu lado siempre, porque menudas risas, amiguis.
He llorado, me he reído a carcajadas y en ningún momento he sentido la vergüenza ajena que me han hechos sentir formatos parecidos como por ejemplo el Cámbiame español, entre otras cosas porque no juegan sucio con los sentimientos, ni hacen trampas miserables con los participantes. Queer Gay lleva en sus genes una fabulasa arma defensiva contra la homofobia (de verdad te lo digo) y a favor de la tolerancia como vas a ver en pocos programas de televisión . Editado y montado que da gloria, desearás que pronto estrenen nueva temporada y raro sería si no te haces talifán como nosotros nos hemos hecho.
Q buena pinta, marikon!!
The Guardian te da la razón: https://www.theguardian.com/fashion/2018/feb/28/queer-eye-isnt-just-great-fashion-tv-its-the-best-show-of-the-year?CMP=Share_iOSApp_Other
Aunque no es lo mío, me arriesgaré a echar un vistazo.
Si precisamente escribí el post es porque sin ser mi rollo, con sus trucos, sus trampas y su rollete tan reality USA, funciona. Y a mí (que era excéptico) me acabó convenciendo.