Amazon abre un nuevo centro de trabajo en Illescas que dará empleo a un montón de trabajadores (unos 900, según se comenta por ahí) y presumen de tener una política de tolerancia cero a la discriminación, como se puede ver en su política de empresa y en sus producciones televisivas (recordemos que uno de sus mayores éxitos es Transparent, serie de televisión protagonizada por una transexual, intepretada maravillosamente por Jeffrey Tambor). Pero parece que la tolerancia es solo de puertas para fuera. Ya se sabe, en todas las casas se cuecen habas, y en la mía a calderadas.
Un centro muy similar al que abrirán en Illescas, pero en Kentucky, USA. En Octubre de 2014 una pareja, Dane Lane y Allegra Schawe-Lane, mujer transgénero, fueron contratados por Amazon. Un año más tarde se despidieron, y en agosto de este año se han decidido a denunciar a la compañía por el mobbing resultante de su año de trabajo en el centro de distribución y las consecuencias sicológicas y emocionales que les ha causado su paso por el centro.
Nada más comenzar, siempre en la versión de Allegra, puesto que no hemos conseguido encontrar respuesta a las acusaciones por parte del gigante de la distribución, le dieron su chapa identificativa con el nombre anterior a su transición. Y al ir a reclamar le indicaron que no podían modificarlo. Su supervisor puso en marcha una campaña de mobbing indicando a todos los trabajadores que “había que vigilar cuidadosamente a la pareja”. Asimismo, de acuerdo a la demanda, sus compañeros de trabajo comenzaron a hacer comentarios insultantes: bromas de mal gusto sobre su vida sexual, sobre la condición sexual de Allegra, y todo lo demás que os podáis imaginar. Vamos, el pack completo machote-homófobo-enmanadatodosehacemejor.
La gota que colmó el vaso, y por la cual decidieron despedirse, fue cuando se encontraron con los frenos de su coche cortados. El mecánico al que llevaron el coche a arreglar les confirmó que no se trataba de un defecto o un fallo mecánico, sino que los frenos habían sido manipulados por una persona. Así que decidieron despedirse de la compañía. Todo esto fue comunicado a sus jefes que pasaron olímpicamente del tema e incluso incitaron a sus compañeros a seguir con sus comportamientos homófobos.
Así que, querido Amazon, por mucho que produzcas melodramas transgénero (que es muy de agradecer) y que pongas en tu web que sois lgtbi friendly, primero barre tu casa antes de ponerte a barrer la calle, como decía mi abuela.
Fuentes:
Los frenos del coche cortados…Qué cuquis y qué angelitos de compañeros, oye.