Las audiencias televisivas en España son más previsibles que un programa de «Cámbiame» y las cadenas lo saben. No hay nada que pueda competir con el futbol aunque sea un partido de mala muerte. Luego está toda la artillería pesada de Telecinco, que para eso es la cadena con mayor audiencia y sabe cómo hacerlo. Si empieza la temporada televisiva, un belenazo en el Deluxe y no hay golpe de mano a la audiencia que se le acerque. Si en Mediaset hay dudas sobre qué emitir pero quieren mantener el liderato mensual, sacan del armario de «lo que nunca falla»: «Pretty Woman«.
En Antena3 tienen «El diario de Noa» y en Telecinco la peli que mejor enseña que para que una mujer sea feliz debe meterse a puta y esperar a que un millonario se enamore y la agasaje a regalos carísimos el resto de sus días. La cuestión es que Telecinco la emitido ya tantas veces (en el 2013 llevaban dieciocho) que los fotogramas están como descoloridos. Y por muchas veces que la emitan, la puta peli (nunca mejor dicho) consigue una audiencias de fábula, siendo lo más visto del día, del mes y muchas veces, entre lo más visto del año.
Pero ya no.
El jueves se produjo algo que podríamos denominar casi como milagro catódico. En Telecinco volvieron a sacar su «Pretty» baza mientras en La 1 estrenaban nueva serie. Sin la apisonadora pubicitaria que tienen todos los canales de Mediaset o de Antena3Media, la nueva serie, ganó y se convirtió en la primera opción de la noche. Un hecho inaudito siendo cadena pública y con tanta competencia. Yo, me enteré del tema días después y como la curiosidad me pudo, la vi en la web de RTVE y vaya…Todo lo sucedido tiene una explicación; la serie es buena, es muy buena (sobre todo si comparamos con otras series españolas que se emiten en la actualidad)
La factura es im-pe-ca-ble, tiene personalidad propia, una imagen definida, las actuaciones y la elección del reparto, de sobresaliente, la historia, nada transitada por la ficción de series patria. Aunque el origen te suene de algo (de «El cielo puede esperar«, por ejemplo) los creadores saben despegarse de esa idea poniendo al prota en una situación más que complicada. Y el protagonista es Javier Gutiérrez.
Un actor en pleno dominio de su profesiòn, con una actuación llena de matices (¡Esas miradas a la hija!) y que sostendría toda la serie si estuviera solo, pero no lo está. Hay al lado una calidad que demuestra la ambición del proyecto no dejando ni un papel mediocre, uno de los puntos flacos de las series españolas, que parece que siempre hay un actor que no funciona. Esta gente, sin embargo, lo ha conseguido, ha hecho posible que te creas una serie que parece un cómic fantástico hecha aquí. Y eso hace cinco años no podíamos ni imaginarlo
Gente como Jesús Castejón o Cristina Plazas ya ha dejado constancia de su buen trabajo, pero mucha atención a Alejo Sauras, que de ser un actor guapete que estaba más o menos correcto, ha dado un salto de gigante y vaya, aquí lo hace fenomenal en un papel que otro actor podría haber destrozado. Si buscas chulazo que echarte la boca, la serie también lo tiene y encima lo hace estupendamente. Es Alfonso Bassave y ya ha salido en alguna ocasión en este blog.
«Estoy vivo» tiene emoción sin ser ñoña, tiene una intriga policial que nos mantendrá pegados a la butaca los próximos meses, tiene riesgo y ganas de hacer las cosas bien, tiene varias tramas abiertas, tiene unas gotitas de comedia que no busca el chiste fácil . Me arriesgo a recomendarla desde el primer capítulo porque no tiene pinta de que se vaya a derrumbar pero sobre todo por una razón que los de este país debemos de tener claro; las televisiones producen lo que da audiencias. Si todos vemos series como esta (o El Ministerio del Tiempo) harán más y no ocurrirá como con otra serie de calidad, Vis a Vis, que fue cancelada por sus malos datos. Si como audiencia no vemos más series de calidad, estamos abocados a tener en la parrilla cosas como «El chiringuito de Pepe». Tú decides. Si te has dejado convencer, ya tienes una cita todos los jueves en TVE.
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