El terror cotidiano de «Verónica»

Mira que le ha costado al cine español  tener un buen cine de género. Se copiaban modelos norteamericanos pero sin adaptarlos a la naturaleza cañí y claro, aquello chirriaba que daba susto. Pero ya no. El thriller ha conseguido crearse un mundo propio usando la historia, los acontecimientos y los paisajes de este país.Y en las series, ahí está «El Ministerio del Tiempo». Y también le ha pasado al cine de terror. Paco Plaza es un buen ejemplo (con permiso de Balagueró) de la categoría y la calidad que puede alcanzar el terror, ese cine de género. Ya lo demostró en REC pero sobre todo en REC3, una de las mejores comedias y una de las mejores pelis de terror del cine patrio.

Verónica es casi un ejercicio de estilo, un «Mis terrores favoritos» o una recreación de «Cuarto milenio· que va a lo esencial, usando una época, 1991 y un barrio (Vallecas) como escenario. Y digo esto porque la puesta en escena es un espectáculo de gotelé y formica que consigue una atmósfera de lo más inquietante.El caso es que en la película pasan pocas cosas como muuuuy espectaculares, es un terror de andar por casa, de humedades, puertas y lamparas que se apagan pero qué terror, amiguis; el que consigue creando atmósfera. Una atmósfera que hará que te cagues de miedo. De eso se trataba ¿ no?

Y seamos serios. En Vallecas no pueden aparecer veinte fantasmas, abrirse el cielo con rayos y ondas que abducen a la gente o aparecer zombis que arrasen las calles con superpoderes. No, eso no es creíble. En un barrio, da igual el que sea, el terror debe ser más cercano, más habitual, sin grandes alharacas del más allá. Conseguir que el terror sea cotidiano, que sea algo que te creas y que pueda pasar, tal vez a tus vecinos del quinto, ese es el mayor mérito de Plaza. Pero también la dirección de actores, que no solo es que la prota adolescente esté bien, es que los otros tres hermanos pequeños están estupendos, que anda que no tiene mérito ni na. Y no quiero hablar de la dirección de arte que necesitaría semanas para alabarla. Por razones como estas y más, me alegra  que por una vez crítica y pùblico  se han puesto de acuerdo y ojalá que la taquilla le siga acompañando.

En definitiva; pasas miedo porque te la crees ¿Has visto que obviedad acabo de decir? Pues anda que no cuesta encontrársela en el cine actual. Cuando después de ver la peli se buscan datos sobre el caso real en el que está basado, da mucho más miedo. Y todo este rollo es para decirte que vayas al cine a verla, maricón. Verás que hora y media más buena te vas a meter en el cuerpo y una peli así merece la oscuridad de la pantalla grande.