Pero sobre todo, gracias a los King. Los creadores de The Good Wife han reseteado para hacer el spin off llamado The good fight y han conseguido salir triunfantes, que anda que no la podían haber cagado pero bien y todo lo contrario. Más expertos, más finos y con un humor negro más bestiajo y sutil que dejan caer como quién no quiere la cosa, Esta claro que los King le han cogido el gustillo al humor negro tras Braindead .En definitiva; más y mejor. Además funciona como serie independiente o como alpiste para fans de la anterior, así que si nunca viste The good wife, que no te importe, pero no seas pavo y ponte con la tarea de revisar una de las grandes series de la historia. Para ello tomaron al personaje del reparto que más había crecido en la serie madre ( Diane Lockhart) , el que tenía más carisma (con permiso de Eli) y lo convirtieron en protagonista.
El personaje aguanta todo lo que le echen gracias a que su interprete, Christine Baranski, está inmensa, inconmensurable, grandísima y enorme. Me faltan los calificativos, oiga. Diane funciona tan bien porque es el paradigma de esas personas que andan por la dificil y delgada línea de la coherencia, siendo progresista (hablar de izquierdas en USA es un poco asín) y estando situada en la cúspide de la sociedad, aunque en esta nueva vida, rica no es. Ya no. La serie empieza con un desastre económico que hará que Diane tenga que olvidarse de su retiro dorado y reiniciarse como abogada en un bufete distinto. Un bufete de negros que defiende en su mayoría casos de negros; osea, el reparto esta vez se llena de color…Negro. Lo increíble de esto es que al 90% de actores negros que verás, no los has visto en la vida…Intento decir que a lo mejor tienen razón los afroamericanos al quejarse de que no hay ficciones ni personajes para ellos. Destaco al actor Delroy Lindo, enorme por su papel y por más cosas. Otro de esos personajes por los que es imposible no derretirse y que también escritos le salen a los King, sobre todo si se piensa en la morcilla de Burgos que el buen señor debe tener entre las piernas.
Pero aún hay más. El acierto de los King es no dejar sola a Diane y hacer que comparta protagonismo con otras dos mujeres. Entre las tres representan las tres edades distintas que una mujer profesional atraviesa; la novata, la curtida de mediana edad y la consagrada. Para la mediana edad rescatan a Lucca, que apareció en la última temporada de The Good Wife y que representa lo difícil que es conciliar vida amorosa y laboral sin que ambas exploten en añicos. Y a la pobre una de las dos facetas, le explota en la cara. No se le nota, porque la cabrona es dura y ha aprendido a base de golpes a no quejarse cuando en realidad querría gritar…
La tercera en discordia es un personaje nuevo llamado Maia Rindell, una novata con la que importa más el desastre económico y familiar en el que se ve envuelta que sus andanzas laborales. La actriz que lo interpreta viene de Juego de Tronos, es escocesa, parece la hermana pequeña de Emma Stone y su apariencia frágil contrasta con una voz rota que no me puede chiflar más
¿Y qué más? Pues casos judiciales pegadísimos a la actualidad donde lo procedimental es lo de menos, unos guiones complejos pero muy fáciles de seguir, un feminismo presente en cada escena pero sin sermones ni monsergas, golpes de humor a traición que te harán soltar una carcajada, la elegancia hecha serie y viejos conocidos de la serie madre a los que agradeces que vuelvan a aparecer…¡Grande Marissa!
Lucha racial, peleas de poder y varias historias de amor con final variopinto. Especial atención a la hermosísima escena de Diane en el episodio final (la de las llaves del coche) Y también especial atención al noviete de Lucca, interpretado por Justin Bartah
Un tío con más morbo que los calzones de Ben Cohen tras haberse dado una paja y haberse limpiado con ellos, Se merece un gif a la altura. No es de The good fight, pero cualquier se resistía a ponerlo.
Habrá que verlo!