Tino Casal: envejecen mal hasta sus homenajes

Hoy se cumple el 25 aniversario del fallecimiento de uno de los iconos estético-musicales más importantes de este país. Un hombre moderno, adelantado a su época, una obra de arte andante, un visionario,  un transgresor, un…siempre lo mismo. Sí, está bien, era todo eso y mucho más pero resulta tan fácil y predecible “homenajear” a la estrella con esos mismos argumentos, una y otra vez, que da una sensación de apatía total por parte de medios de comunicación generalistas que hablan de él cada cinco o diez años como quién habla del tiempo. Creo que sería necesario profundizar, un poco más, en la figura de este asturiano que vino de su tierra para poner patas arriba a toda moderna que se preciara en la capital de España. Si tan moderno era, si tan rompedor parecía ¿por qué no intentan explicar más y mejor el fenómeno en fechas tan señaladas como esta? Todos conocemos su faceta como cantante, productor y, en menor medida, como pintor y diseñador de moda y todos estamos hartos de canciones mil veces remasterizadas y recopilatorios que no aportan nada nuevo. Lo último y más apetecible es un libro ilustrado que se ha financiado vía crowdfunding con el aterrador titulo de «Oro negro», además de una exposición, prevista para el próximo mes de noviembre, de sus vestidos más ilustres en el Museo del Traje de Madrid y la compilación número mil ¡y definitiva! según argumentan los que nos la quieren meter bien doblaba. Lleva el nada pretencioso titulo de «De la piel del diablo». Morralla…

A la espera de un disco tributo digno, sin Alaska ni Marta Sánchez por favor, o un reportaje de televisión que ahonde más en su faceta como creador, su gran honestidad y sentido del humor. Un musical, un vodevil, un algo que nos haga sentir, verdaderamente, que se le hace justicia y que se le toma en serio.

casal

Este homenaje particular hace referencia a lo que para mí supuso verle en televisión, oírle cantar, escuchar sus letras. Reconozco que su música ha envejecido mal con el paso del tiempo, por mucho que diga lo contrario (qué va a decir la criatura) su productor, Julián Ruíz. Casal, a día de hoy, suena trasnochado y sobrecargado de una producción mesiánica que no ha soportado bien el paso de los años. Incluso en su día la sobrecarga de sintetizadores se atragantaba, sobre todo con la publicación del mediocre “Hielo Rojo” (1984), sucesor del mágico e icónico “Etiqueta Negra” (1983), más sutil (sic) en su planteamiento musical. Una de sus primeras apariciones, en  la única televisión española, fue interpretando su primer gran hit, “Champú de huevo”. Una horterada megalítica sin precedentes, pensaba yo a mis tiernos 12 años. Aún hoy, revisando el vídeo, me da cierta vergüenza ajena ver esos movimientos de baile  espasmódicos, golpes de pelo imposibles, cardados de peluquería de barrio y toneladas de maquillaje y gasas, por aquí y por allá. En el documento se dejan ver algunas de sus más grandes y mejores amigas de la época, igual reconocéis a alguna estrellona. Lo dicho, no ha envejecido nada bien, aunque muy pocos iconos de los 80,s han envejecido dignamente, en realidad. Entonces era “lo moderno”, imagino.

Tras la salida de “Etiqueta Negra” y sus singles: “Embrujada”, “Póker para un perdedor” o “Los pájaros”, seguía sin entender el fenómeno. En este caso ya había cambiado su estética refinando un poco sus amaneramientos y sacando del armario guardapolvos kilométricos, pelos largos y rizados y una barba que cada vez me llamaba más la atención. Se dejó a Bowie semi aparcado para ahondar más profundamente, si cabe, en la ola New Romantic y en una pose más cercana a Steve Strange o a Adam Ant; figurones de la época que en realidad también brillaban a imagen y semejanza del Duque Blanco. Todo correcto, nada que reprochar. Parecía una caricatura, un sucedáneo creado por la moda imperante del modernerío patrio, que se fijaba en todo lo que venía de Londres. España se merecía su propia extravagancia y Olvido, por mucho que se empeñase entonces, era una aficionada. Punto.

La inflexión vino cuando le oí hablar. Sus escasas entrevistas nos acercaban a otro Tino Casal mucho más «humano», educado, culto y melómano de lo que a priori yo mismo llegué a imaginar. Y tremendamente divertido. Me gustaba escuchar lo que decía, cómo lo trataba y lo mucho que sabía de música. Pero fue en su última actuación, en el programa Tocata, de la etapa “Etiqueta Negra”, cuando caí rendido a sus pies. Y por esta canción en concreto:

https://youtu.be/nghxUKNDdiw

La letra. Esas palabras que tenía que buscar en el diccionario o en la enciclopedia: necrofilia, nigromántico, Pentotal, iguanas, mecánicas ranas…miedo. Y estalló. Me compré el disco para pasar de largo las canciones más emblemáticas y centrarme así en lo que no se solía escuchar en radio o ver en televisión: “Legal,ilegal”, “Malaria”, “African Chic”, “Un minuto más”; todas fueron devoradas. Ahí estaba todo el material que un adolescente atormentado podía desear, para escapar.

Legal, ilegal en directo.

https://youtu.be/7nD-xwW_hD8

Esperé con ansiedad el siguiente disco, el mencionado “Hielo Rojo”, que compré lo más rápidamente posible para que su insufrible single, “Pánico en el Edén”, no  me influenciara demasiado. Ya sabía que la mejor baza de Casal no eran  precisamente sus singles, salvo alguna excepción. Y se cumplió. “Miel en la nevera” me dejó marcado para siempre. No sé todo lo que he llorado, y a quién le he llorado, con semejante  muestra de angustia y soledad, aún hoy lo hago. Junto a “Bailar hasta morir” o “Mañana” de las pocas canciones que salvaría de aquel elepé y de toda su carrera.

https://youtu.be/Nnq8fNJ2rhM

 

Lo que vino después solo es fruto del agotamiento del producto y aunque le seguí la pista por la enfermedad y su lenta recuperación, así como la vuelta al ruedo, más inmenso que nunca, con “Eloise”, el impacto ya nunca sería el mismo. Sus canciones originales olían a naftalina, como hechas deprisa, para rellenar y las versiones, a las que era muy aficionado, dejaban mucho que desear. Mención aparte merece el álbum “Histeria”, su punto y final. Un disco que pasó sin pena ni gloria y donde se evidenciaba ese cansancio y la falta de ideas para una España que se sumergía en los 90,s, para servidor la etapa más soporífera del pop en español.

Quizás esta es la única salvable de la quema en la hoguera. Ojo al cuerpo de baile.

El cariño siempre ha estado ahí porque me descubrió un mundo mágico y una manera de hacer que siempre ha sido una referencia para mí. Un gran cantante y un extraordinario músico que no sabía tocar instrumento alguno. Volvía locos, literalmente, a sus músicos según palabras de su teclista y mano derecha, Javier Losada. La música estaba en su cabeza; la silbaba, incluso producía arreglos con la boca para que sus compañeros hicieran realidad la obra. En algunos casos cantaba hasta la letra con su melodía vocal correspondiente o se grababa en casete. Compraba lo último en instrumentos y les sacaba todo el partido posible, a través de Losada y compañía claro. Todo estaba en su cabeza. Imaginaros el portento. Y como productor y compositor para otros artistas también dejó un legado amplio y tan variado como su fondo de armario:

La no tan exitosa «La Ventana» de Vídeo. La prefiero a «La noche no es para mí», por ejemplo.

https://youtu.be/-ZLOkrK8Dxw

https://youtu.be/J8N2ZqzryGw

Así que me quedo con el artista, en el más amplio sentido de la palabra. Ni con el moderno, transgresor, icono, ni con el amigo de Fabio, Alaska o Las Costus, ni con todo lo que ya se sabe. Me gusta leer sus biografías para acercarme al hombre y a su genio. Al mejor no músico de todos los tiempos en este país. A uno de los mejores cantantes melódicos de la historia de este país. A uno de los productores más inquietos e imaginativos. Es lo que yo viví y sentí con dos discos y medio, nada más (del 81 al 84). Nos ha quedado por saber lo que habría dado de sí si no hubiese fallecido en accidente de tráfico el 22 de septiembre de 1991. Larga vida a la sombra de Tino Casal.

29 comentarios en “Tino Casal: envejecen mal hasta sus homenajes”

  1. ¡Fantástico post! Cercano, profundo y muy ilustrador. Muchas gracias Mocico!

  2. Yo leo entre líneas que este post no habla de lo que es la música (la industria, el marketing, las tendencias…) sino de lo que nos hace sentir la música. Por eso para mí casal es uno de esos artistas importantes, porque tiene alguna que otra canción (la mía, en particular, es «Bailar hasta morir») que me hace sentir (con mayúsculas) todas y cada una de las veces en las que la oigo. Era grande. Se convirtió en mito. Y en este país los mitos acaban siendo, como dices, uno de esos temas recurrentes en la prensa cada pocos años. Pero sin cariño.

    Pero en este post hay cariño. ¡Enhorabuena!

  3. Recuerdo cuando una amiga de EGB me regaló el LP Hielo Rojo y me dijo: «esto te va a gustar a tí». Y así fue, ese sonido de cuarto oscuro y esas pintas extravagantes en el interior del LP me atraían sin saber por qué. Poco después me di cuenta y en eso mi amiga fue visionaria. Vio en mí lo que aún no conocía.

    Nunca olvidaré cuando en un viaje a Madrid, sería también en EGB, entramos a la tienda Marihuana de Madrid y ahí estaba. Nos cruzamos dentro y me miró. Llevaba jersey de lana y seguramente los ojos pintados. Esa breve mirada no la olvidaré jamás.

  4. Gran, grandísimo homenaje!
    Me alegro de que el tiempo lo esté poniendo en su justo lugar, que tras su muerte parecía que se lo tragaría el olvido y mira, a cada año, más crece su reconocimiento y por ejemplo este año en concreto he leído un porrón, pero un porrón de artículos dedicados.
    En mi cole cuando escuchábamos «Champú de huevo» pensábamos que se refería a otra cosa más sexualllllll
    Me cuesta imaginar como hubiera sido su carrera más allá de los ochenta.

  5. Cotilla Misántropo

    Esto es una maravilla de artículo, con todos los mimbres personales que nos unen a las canciones y a los artistas para siempre. Además, didáctico hasta morir. Felicidades.

  6. Este post es auténtico oro negro. Porque ahonda con especial amargura y densidad en la tragedia consustancial a este visionario del pop español tan admirado como incomprendido.

    Podríamos bucear en los innumerables homenajes sobre Tino Casal que en estas fechas están inundando la red y salpicando tibiamente los informativos, y pocos podrían presumir de ese nivel de objetividad, esa admiración contenida y ese profundo respeto por el artista y la persona de Tino en toda su dimensión. Un homenaje que valora con el desapasionamiento del experto sus excesos estilísticos, su irregular trayectoria y el ingrato envejecimiento de su legado, pero que vuelve a prender la mecha emocional cuando destaca sus rasgos humanos y su peculiar forma de entender la música, para acabar convirtiéndose en una declaración de amor hacia la persona de Tino Casal, no puede calificarse más que de genialidad. Con reflexiones así, quiero leerte hasta morir.

  7. Foto del avatar
    Mocico Viejo Official

    Gracias. Está escrito, no sé si mejor o peor, con un corazón bimotor. Para mí fue un flash que duró, como he dicho en el artículo, dos discos y medio: Neocasal, Etiquete Negra y parte de Hielo Rojo. Y su universo fue mi mundo paralelo durante años, mi vida secreta. Yo quería ser Tino Casal, Germán Coppini, Eduardo Benavente…Pero sobre todo me llevaba a mi terreno emocional sus canciones. Un ranking:
    1. Miel en la nevera
    2. Miedo
    3. Mañana
    4. Bailar hasta morir
    5. Malaria
    6. Tigre Bengalí
    7. Life On Mars?
    8. Billy Boy
    9. Teatro de la oscuridad
    10. Etiqueta Negra

  8. Estupendo homenaje / deshomenaje (y por lo que veo, somos de la quinta aprox). No todo Casal es Eloise. A mí me gustaba más cuanto más barrocón y exagerado se ponía, yo pienso que es algo que se merecía el panorama musical español por ramplón. Cuanto más exceso más se rasgana las vestiduras los «auténticos». Tengo una amiga que salía de marcha con el grupillo de Casal por la época que se estrelló, siempre dice que era divertido e ingeniosísimo.

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  10. C. del Palote

    Oléeeee!! Pedazo de homenaje. Enhorabuena al autor. Yo la verdad es que no conozco mucho de su vida y obra, debe ser porque soy más joven, je, je…Solo recuerdo sus éxitos trilladisimos y de estas que pones menos de la mitad.

  11. Por fin alguien que habla sin peloteo ni ambages de lo que significó Tino Casal con sus virtudes y defectos.Estupendo articulo.

  12. Cierto que los homenajes y reediciones que hacen son cada vez más ridículos. Pero cuando hablas sobre la música de Casal creo que los que no han envejecido tan bien son tus gustos:

    Casal ya sonoba kitsch y fuera de lugar en los 80 (como fueron las otras producciones de Julián Ruiz a base de excesos de Fairlight con Objetivo Birmania y Trópico de Cáncer), y sería absurdo pretender que ahora nos sonara a moderno y a actual.

    Sigue pareciendo tan kitsch y fuera de lugar como siempre, y ahí está la gracia: la percepción sobre su música va a seguir sin cambiar. Esto es lo que le hace un «clásico peculiar» de la música pop española.

  13. Mocico Viejo Official

    Veo que lo has entendido perfectamente. Me quedé estancado en aquella época y poco disfruto de la musica actual. Me cuesta. Pero cuando reviso ese barroquismo musical y bien de Fairlight, me suenan mejor «los Nacho Cano» que «los Julian Ruiz». Léase: Ya viene el sol, Pepito Grillo (Cano-Coppini), Magenta y alguna cosa más que no recuerdo. De Casal me enamoré, literalmente, pero no de su música, al menos no de toda.

    1. ¡Pobres Magenta! Creo que no superaron que les «metieran» la voz de Sole Giménez en algunos de los temas de su album…

      Por otra parte, todos esos discos también me siguen gustando.

    2. La Reina del Salón, en mi humilde opinión, el mejor disco de pop de la historia de nuestro país, con toda su rareza, asimetría y excesos.

  14. Sole Giménez no participó en ese disco. Lo cantaron todo ellas, según palabras de Marta, la cantante de Magenta. No hubo coros. Solo en una presentación participó Mercedes Ferrer tocando la guitarra.

    1. Fuera Sole Giménez o no, está claro que en el album aparece una voz «invitada» en dos o tres temas del disco. O al menos, una voz que fue «muy mal aprovechada».

      Para no seguir con la polémica, mejor dejarlo en algo de los «excesos de producción» de la época ya mencionados.

  15. Mocico Viejo Official

    Un redactor tienen contacto directo con Marta y ésta dice que no hubo coros fuera de los que ellas mismas hicieron. Sea como fuere esa joya del pop español merece un revisión/homenaje. No sé si es casualidad pero he hablando con muchísima gente que piensa igual. Impecable en su parte musical y maravillosa la lírica, la estética, el
    Concepto. Mi favorita siempre será Detrás de mí» pero la instrumental Transilvania es la que más ponía.

    1. A mí siempre me ha encantado el concepto semi instrumental de Memoria de acordes. Y la secuencia de percusión de El pasillo estrecho. Bueno, todo el disco es sensacional.

      1. Mocico Viejo Official

        El pasillo estrecho fue la primera que escuché, evidentemente, al ser el primer single. Me llamó mucho la atención y sin saber nada del grupo, por el sonido ya intuía que era cosa de Nacho Cano. Pero al escuchar Detrás de mí y Sin botas me quedé muy pillado. Y todo lo que vino. Los salvajes era puro Mecano, La reina del salon una bellísima balada y Transilvania, Luzbel…

  16. Ante todo, repeto tu opinión y considero que tienes total libertad de expresar tu visión sobre la carrera de Tino y sobre los homenajes en forma de libro, disco, etc. que se le hagan… Pero si te parece que son morralla, quizá sería coherente que no utilices una de las ilustraciones del libro homenaje «Oro negro» (que por cierto, gracias al cariño que los coordinadores pusieron, es una JOYA) para ilustrar este artículo… ¿no? Si aún así deseas mantener la ilustración, la autora es Nuria Rodríguez (Mermelada de Sesos). Gracias.

    1. Querida Nuria, si lees bien el artículo es vuestro trabajo el que destaco como lo más apetecible de los muchos homenajes que se le han hecho. No me gusta el nombre del trabajo, pero es lo más original que se le ha hecho a Casal en los últimos años. Y puse esa ilustración porque me parece una pasada. Lo demás: discos, recopilaciones, remezclas…eso sí me parece horroroso. Y te lo dice un fan a muerte del artista. Enhorabuena y en cuanto pueda pondré tu nombre.

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