Llevo 96 horas pensando en «Julieta».
Me reconozco fascinado por esta película.
La inteligencia cinematográfica de Almodóvar es tal, que no somos conscientes de hasta que punto con «Julieta» demuestra su maestría y se ha arrriesgado a estas alturas de su carrera. El tiempo lo hará. Pasarán los años lejos de polémicas y expectativas, reconoceremos casi como un milagro lo que he hecho Almodóvar para ponerle el número veinte a su filmografía. Piensa en otros directores y a ver de cuantos salvarías al menos con tres películas. Piensa en cuantos, tras veinte años de carrera, son capaces de dar un salto mortal como el que acaba de dar Almodóvar y eso, amigos, hay que reconocérselo. Te podrá gustar más o menos, pero un par de cojones cinemátográficos ha tenido Pedro, eso no hay quién se lo quite.. Un día pondrán «Julieta» en la tele y relajado, de pronto descubrirás el enorme peliculón que detrás de esa aparente historia intrascendente, se esconde. Porque lo mejor de esta maravilla no es lo que cuenta, sino lo que no cuenta. Tú eres el que debes completar todas las piezas que faltan…¿Que no encuentras respuestas adecuadas? ¿Que no entiendes que pasa en esa trama? ¿Que no entiendes la actitud de la hija? Pues claro. De eso se trata. Estás tan perdido como Emma Suarez, porque no nos engañemos; Adriana Ugarte está muy bien, pero lo de Emma Suárez es de otra galaxia. En su labio tembloroso hay más verdad que en mil docudramas televisivos.
En otra dimensión, en otro mundo paralelo, hay una película llamada «Antía» que forma un par con esta y la completa, pero nunca la podrás ver porque tendrás que rodarla en tu cabeza.
Tras 96 horas, empiezo a pensar que «Julieta» explica como ninguna otra ficción que un hecho insignificante mal resuelto puede joderte la vida.. Estamos tan acostumbrados a dilemas bigger than life que el nudo envenenado de «Julieta» puede parecer poca cosa, pero no. Si miran alrededor, verán como tienen gente que por decisiones absurdas, cabezonadas o directamente, gilipolleces, se jodieron la vida para siempre por no hablarlas a tiempo. Esa es otra de las maravillas de la peli; hay cosas que no tienen explicación, y por mucho que se la busques, no la tienen , Cuando hablamos de personas y familia, se cumple a rajatabla.
Con 96 horas de por medio, he tenido tiempo de concluir que me encanta la manera que Almodóvar tiene de mostrarnos una vida entera y en cuanto te has descuidao, la peli (como la vida que nos cuenta) se acaba, en un final abierto para dejarte con un pensamiento clavado en la butaca. Se puede resumir en una pregunta:¿Esto era todo? Pues sí, Esto era todo en la película. Lo que tendrías que plantearte es que puede que un día, en tu vida, te hagas esa pregunta…¿Esto era todo? Imaginate. Qué horror. Llegas a cierta edad y descubres que…Esto era todo.
Con 96 horas, aún no he acabado de digerir lo tantísimo que me gustaron todas las escenas del tren, tan oníricas que no parecen de este mundo. Parecen sacadas de un subconsciente donde se fabrican sueños averiados pero tan bonitos que es imposible no soñar.
He necesitado 96 horas para darme cuenta de que una de las cosas que más me atrapa es la manera en que cuenta la relación entre una madre y una hija. Hay tantos huecos que quedan por rellenar enttre ellas dos que …That´s life, my friend. Mira que hemos visto y leido cosas sobre hijos/hijas y padres/madres donde explican todo, pero el problema de todo lo que hemos visto y leído es que hay cosas entre padres e hijos que (repito) no se pueden explicar; no te engañes; en esta película, tú debes escoger el papel; o eres hija, o eres madre, pero te tocará asumir algo difícil de asumir; la propia relación materno filial lleva implícito el que habrá cosas, que jamás le enseñarás al otro. Eso significa asumir también que aunque os una toda una vida, sois (despues de todo y en el fondo) unos desconocidos.
Si estoy escribiendo estas palabras tras 96 horas es porque he repasado el guión decenas de veces en mi cabeza y…Todo encaja. Y vuelvo al principio; Almodóvar ha sido tan sabio que al personalizar la historia, el hacer que Julieta cuente su biografía, la hace subjetiva. Ella cuenta la feria según le va, da grandes saltos en momentos cruciales (no tenemos ni idea de toda la adolescencia de la hija) . Por eso la relación con su padre, aunque ocupe poco metraje, es fundamental para contarnos que Julieta ha estado tan absorta en su dolor que se ha dejado la vida y sobre todo, ha perdido a todos los que podrían haberle aportado algo, incluída su hija que, para demostrar lo que digo, apenas tiene cinco escenas en la historia que Julieta está contando.
En estas 96 horas he asumido que es hora de reconocer mi amor publicamente. Ojo, llevo casi una década peleado con Almo y fui al cine cargado de reproches y expectativas, que muchas veces son las peores consejeras del amor. Pero durante la hora y media que dura la historia, me enamoré, me volví a enamorar.Y fue consciente de que el manchego jamás podrá imaginar lo agradecido que me siento de que haya madurado conmigo. No me apetecían chistes enmedio de una situación dramática, no me apetecían historias secundarias que no lleven a ningún sitio…Y así ha sido. Ha hecho la peli que justo en este momento, querría ver de él. Una historia aparentemente nimia, pequeña, sin importancia, pero que tiene mucha injundia detras. Han sido 96 horas fantásticas dándome cuenta de que cuanto más tiempo pasa, más me gusta y eso no tiene precio a estas alturas de mi vida donde parece que nada ya te puede sorprender. Y va Almodóvar y te sorprende.
Pedro. Yo te amo. Que se entere todo el mundo. Llegar hasta aquí ha sido, de verdad, un viaje fenomenal. Ojalá que dure muchísimo más tiempo.
A tus pies.
Sin palabras… Esa forma de analizar un guión y unas interpretaciones vinculándolas íntimamente a la situación vital del espectador es la forma más sincera y valiente que he leído a la hora de expresar el veredicto sobre una película. Esto lo lee Pedro y tiene que quedarse extasiado. Que se quiten las petulantes gilipolleces de los «Boyeros» de turno cuando hay alguien dispuesto a hacer suya la película de esta forma tan honesta. Gracias.
Además, como padre, adivino por tus comentarios que en la película se tratan aspectos y actitudes en la relación con los hijos de los que tomar nota para afrontar con la mayor entereza lo que pueda suceder en esta complicada pero apasionante tarea que es acompañarles en su desarrollo vital. Ya estoy tardando en ir a verla.
La película es como pasar de un Versace a un Armani: fuera artificios, sólo un buen sastre con un buen corte y se acabó. Están todas espléndidas (Rossy me chirría un poco, pero supongo que por el hecho de ser un personaje que no suele hacer), pero Emma es TREMENDA, cómo transmitir tanto dolor contenido con dos gestos y una mirada perdida.
Y el final hace que se te dispare la película en la mente justo cuando empiezan los créditos. Así hemos estado unos cuantos: horas después dándole vueltas a la película.
Yo como soy una marica pobre me esperaré al miércoles, que las entradas están más baratas.
A mí no me ha gustado.
Tanta contención me enfría y no me creo nada de lo que me cuentan.
Aparte, el preciosismo estético típico de la casa lastra la narración.
La primera parte me ha parecido un soberano latazo.
Emma Suárez sufre muy bien, Adriana Ugarte está desaprovechadísima.
Sin ser un hater de Almodóvar, ésta me ha decepcionado mucho.
Con razón se iba a llamar SILENCIO
A mí me emocionó ya desde el primer encuentro de Julieta y Bea. Emma interpreta de forma brillante esa euforia que se contiene cuando alguien te da noticias de otro alguien a quien, contra tu voluntad, hace años que no ves. Una mezcla de rencor, impotencia y alegría desbordante en un solo plano.
La dirección artística, una preciosidad. El reparto, el mejor con el que ha contado Almodóvar: todo fluye entre ellos. El guión bien cuadrado. La música remarcando la contención emocional de los personajes.
Creo que, aunque las circunstancias hayan empujado a ello, ha sido un acierto cambiarle el nombre de Silencio a Julieta. Julieta es nombre de mujer, es su odisea particular y en torno a ella gira todo. Silencio hubiera tenido un matiz más coral.
El silencio es el verdadero protagonista
Llevo sin ver una de Almodóvar desde Volver. Iré a ver Julieta el viernes. No llevo expectativas porque he leído cosas muy positivas y otras muy negativas, del mismo modo. Así que ya contare…
Ganas de verla! Me he oído de todo, pero generalmente bastante positivo.
Yo salí del cine en shock y con ganas de llamar a mi madre y decirle lo mucho que la quiero. Menos mal que no lo hice, porque me habría echado a llorar y le habría dado un buen susto a la pobre mujer.
A mí me sentó mal que se acabase, y con ello me di cuenta de cuanto me estaba gustando la película. Me pasé la hora y media absorto en la sencillez de una historia tan compleja. Y olé por Rossi, intentando llenar el hueco en el universo Almodovar que dejó Chus Lampreave.
Estoy totalmente de acuerdo con todo, yo también fui con recelo, pero hacía mucho que Almodovar no me cautivaba tanto con una película. Totalmente imprescindible.
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