Desde la redacción, para demostrar si ya veníamos mal de la cabeza de serie, nos hemos preguntado ¿Cuál fue nuestro primer momento talifán? Y he aquí las respuestas:
Mi frikismo siempre ha sido el mismo: la música. Ya de muy pequeño me encantaba. Y cuando era un crío era fan de la música infantil de principios de los 80: Teresa Rabal, Regaliz, Nins, Botones… y, sobre todo, de Parchís. Tenía todos los discos de Parchís. Me sabía todas las canciones de Parchís. Los veía siempre que salían por la tele. Me llevaron al cine a ver las 7 películas de Parchís. Lo que viene siendo un fans, vaya.
MM:
Mi madre debió flipar cuando supo que era marica. Pero no porque tuviera algún problema moral, sino porque de pequeño viví una historia de amor platónica con Julie de «Vacaciones en el mar»; aquello más que amor, era vicio. Me quedaba hipnotizado delante de la pantalla, me parecía la mujer más guapa, simpática y guay del mundo. Mi madre cuenta que un día se fue la luz y el berrinche que me dio de no poder disfrutar del episodio semanal la dejó asustada durante días. Luego crecí, me olvidé de la serie y un día ya de mayor busqué unos episodios para recordar aquel amor prepuber; el resultado fue terrorífico; la tipa era la moza más redicha, repipi, insoportable y pavoncia de la historia de la ficción. Hoy me pregunto si aquella fijación fue la que hizo que mi subconsciente, huyendo despavorido, me hiciera marica.
Mucho antes del internet (si hijo, uno ya tiene una edad) me talifanicé de muchas cosas, pero creo que la primera y la más importante, en aquella época y mucho después, fue de Eurythmics. De esto ya he hablado aquí hace unos meses. Hoy recuerdo aquella vez que salieron en el telediario y mi padre cambió de canal. Me llevé tal berrinche que estuve dos días sin hablar.
Flanagan R. McPhee:
Mi primer fanatismo chispas Mi primer fanatismo, como el de muchísimos maricones, fue el de las Spice Girls. Así de simple. Lo único bueno fue que a mi hermano también le dio por ahí y así disimulaba yo un poco. Claro que a mi hermano quien le gustaba era Geri por las tetas y a mí me encantaba Victoria. Ya sé que era la que no cantaba. Pero era la más estilosa y la más molona. Mi talifanismo llegó a niveles insospechados: tenía la buhardilla repleta de fotos de ellas, me sabía las canciones de memoria, intenté por mil medios ir al concierto que hicieron en Turquía (mis padres me dijeron que nanay)… Sólo quería ver a Victoria y las demás. Y, por supuesto, me peleaba con las chicas porque ellas preferían a los BSB. Aunque yo me la cascaba pensando en Kevin, todo hay que decirlo…
“Ante el riesgo de que me tachen de viejuno, aclarar que mi primer talifanismo fue de rebote”.
Cuando la cantante elegida triunfaba yo estaba recién nacido, pero con muy pocos años escuchaba los discos de mis primas mayores y si había alguno que me gustaba era sin duda el single de “El Baúl de los Recuerdos” de Maribel Llaurdes, aka Karina, que en realidad era la cara B del de “Regresarás”. Después, como la droga dura, me hice adicto a Karina y con pocos años me sabía muchas de sus canciones. Todavía me encanta “En Un Mundo Nuevo”, aunque lo de Osaka que podréis ver a continuación es difícil de superar. En el fondo lo que yo quería era ser tan rubia y rumbosa como ella, y oye lo primero no lo conseguí, que pasé de moreno a calvo, pero lo segundo sí.
Fer Birkin:
Recuerdo escuchar la banda sonora de La Sirenita durante horas y horas, desgastar el VHS, fliparlo con Úrsula y otras cosas que me dejarían en evidencia (aún más). Yo me di cuenta que era gay al tiempo que Ariel conseguía sus piernas.
https://www.youtube.com/watch?v=kFuGaLNdCg4
Skyzos:
El talifanismo… Esa palabra asociada con el fervor ciego a un artista. Antes que Ana Torroja. Antes que Madonna. Antes que ellas estuvo Belinda Carlisle. Sip. Con 11 años iba berreando por el pasillo de mi casa ésta y otras cantatas de esta vestal semicountry que fue mi primer amor platónico que recuerde. Desde entonces digo que me gustaban las pelirrojas, aunque haya acabado con un moreno. El talifanismo fue tal que, posteriormente, me hice con parte de sus CDs a precios irrisorios en Discoplay… ¡Qué tiempos!
MuTarr:
Mi primer momento talifan no podía ser normal, no si es que ya por entonces yo era “especial”. Pues bien, me quedé prendido con una serie de dibujos animados (que ya se ha hablado antes por aquí), Me enamoré de Ulises XXXI, la nave, la espada láser, la música y sobretodo de la mitología griega.
Pues sí, me hice un freaky de la mitología, me encantaba, me apasionaba, ¡me volvía loco! Mira que en esa época había pelis malas como “Jasón y los argonautas” o mi favorita “Furia de titanes”, pues me las tragué todas, todas y todas. Soy un enamorado de la mitología helena. Y que conste que tiene que ser helana no romana, que son una mala copia. Me he leído La Iliada, La Odisea, me encanta el teatro clásico, el arte griego con esas vasijas, etc. No os podéis imaginar mi cara cuando unos amigos míos me regalaron la serie completa de Ulises (con casi 30 años) ¡Casi me da un pampurrio! Así que si a alguien le gustan las tragedias griegas ya sabe dónde estoy ;).
Yo creo que lo mío también era bastante claro desde bien pequeño, porque recuerdo que en un programa de Sorpresa, sorpresa dónde la protagonista fue una española que no triunfaba en España, pero sí en México, llamada Mónica Naranjo me llegó a la patata.
Estuve meses intentando que me compraran Palabra de mujer hasta que una prima mía me grabó una cinta con el disco. Meses después conseguí comprarme el primer disco en formato cinta también y, con Minage, reservé el disco en una tienda de barrio.
Vamos, maricón perdido.
Qué grande es la cabrona y qué poco se dedica a cantar pop, que es lo que tendría que hacer, coño.
Por cierto, Jamás es basura.
CORRECTO!
Flanagan R. McPhee yo tb era de Victoria y de pelármela con Kevin. Aunque me daba un poco de Tourette intentando imitar a todas a la vez cuando bailaban.
Por favor,¿pero es que yo era el único marica enamorado perdidamente de Sabrina,de Los ángeles de Charlie?
DiegoC yo también estaba enamorado de Sabrina, me encantaba, hasta su coche me encantaba, y eso que era la más mayor
Me uno al enamoramiento sabrinil.