Ya estamos en plena era Masterchef… De nuevo. Y después de ese gran bombazo que ha sido “León come gamba”, se ha producido la democratización de la cocina. Cecilia entró a los fogones, reconvertida en dramacuín postadolescente y eso nos da la bienvenida a todos. Sí, incluso a ti que usas las verduras fálicas para cosas más allá de unas crudités.
Pero todo tiene que estar institucionalizado, esponsorizado, recomendado. “Coma mierda, millones de moscas no pueden estar equivocadas.”
La publicidad asociada a un famoso random ha estado siempre ahí. Gente que te da confianza. ¿Cómo te iba a vender Constantino Romero un mal colchón; cómo ibas a decirle a Chanquete que a ti te gustan pequeñas? Añada la máxima “anunciado en T.V.” como sinónimo de calidad: la plancha Jata y María Patiño, Belén Esteban y unas sartenes aleatorias…
Pues bien. Como en España somos todos un Adriá en potencia, lo que se lleva es que un gran cocinero se convierta en el adalid de turno: Arguiñano y el horno pirolítico, Sergi Arola y la versión high-cost de un supermercado low-cost, Jordi Cruz y ¿gas natural?
Avispados como pocos, los gurúes del marketing, se pelearon por la nueva remesa de cocineros, así tenemos al malogrado Darío Barrio y la hamburguesa black label del Foster’s Hollywood, o McDonald’s con Dani García (Dani who?, como diría Cher); incluso anuncios a nivel local he llegado a ver ; no sólo de restaurantes o salones de celebraciones, que ahí lo vería hasta lógico, ya que su mesa es la que te hace ir a dicho local… No, que hasta las mermeladas de Maricarmen de Molina del Segura vienen recomendadas por el gran Basilio De la Muela, por ejemplo.
Así que chicos, tranquilos, que en breve vuestra madre o vuestra abuela protagonizará la campaña del barrio: Compra pan en “La espiga de oro”, lo recomienda Pascualusa la del quinto.
¿Y todo este rollo por qué? Pues por un puto anuncio que veo todos los días al ir a trabajar, de Conservas Campos con David de Jorge (lo que queda de Robin Food después de perder la mitad de lo que pesaba), en esta postura:
…que me lleva a pensar, gracias a la lejanía y a mi miopía que esas manos no están dando un ok, si no diciendo que “así de grande me como las pollas…»
La primavera, sabusté.
Uy a mi todo esto de los programas culinarios y esta fiebre loca de la renovación en los fogones me parece estupenda!!
Nos guste o no España es una potencia mundial a la hora de la comida. Es un país donde se come bien y nos gusta la comida así que me parece fenomenal que se potencie. Si tenemos en cuenta lo mal que se come en un restaurante medio en el extranjero tendríamos que estar muy agradecidos de que a través de estos concursos se potencie una mayor elaboración y cuidado a la hora de preparar los platos.
Eso si, como bien dices en el post, esto está alcanzando niveles un poco loquis!!
En esta foto sale raro, pero el tío me pone palote.
No me sale la afoto. Dejo enlace:
http://img.rtve.es/v/3062854/?w=910&crop=no
Hostia que foto! No sé si da más miedo que morbo!
El de la «alta cocina» es un mundillo que se han inventado entre ellos y que se reatroalimenta. Qué pereza de ver que los cocineros actúan como superestrellas, oiga.
A mí estos cocineros y las modistillas que salen en MYHYV me parecen todos vendedores de humo.
Ley Oferta – Demanda
Me parece fenomenal que España tenga su momento nouvelle cuisine en la historia y que lo esté explotando a todos los niveles. Demasiado hemos tardado, la verdad.
Y no veo mal que proliferen los chefs-estrella, son mucho más que cocineros y su profesión requiere de una innovación constante. No sé si se le puede llamar arte, pero desde luego lo que hacen algunos tiene una destreza, un discurso y un buen gusto que se le parece.
Sólo ví un programa de Masterchef y ahí me quedé, porque estoy harto de los formatos que promueven la competitividad y la humillación en tv. Ya sé que eso atrae audiencia, pero bastante tenemos con el día a día ahí fuera.
…y no os olvidéis de David Muñoz, que lo mismo te anuncia Mahou que Mercedes que sale en las revistas del corazón.
Pues a mí sí que me gustan los programas de cocina, pero esto se nos está yendo un poco de las manos.