Pollas que dan miedo

Ni fantasmas ni brujas ni zombies; a mí lo más miedo me da es irme a la cama con un tío que acabas de conocer y al bajarse los pantalones descubrir, horrorizada, que algunos tíos guardan un monstruo dentro, y no lo digo por el tamaño, que más quisiera, hablo más bien de pesadillas hechas centímetros con las que nunca te hubieras querido encontrar.

POLLAS GANCHUDAS. El capitán Garfio nunca murió del to, que el karma lo castigó conrtiéndolo en polla, pero como era muuuuncho mal karma acumulao, lo repartió entre generaciones de tíos a lo largo de los siglos. En las esculturas de Priapo que se encuentran en munchas casas de época romana, la típica polla satiricona queda hasta erotica, pero en directo no mola nada, es poco práctica, difícil de chupar y casi imposible de que te penetre sin que salgas rajá viva (a no ser que tengas el orto cedío cual camiseta vieja, que a anguna hay que le pasa). El colmo del terror es que encima el gancho esté desviado a derecha o izquierda, que entonces ya el uso es imposible. A no ser que quieras colgar las bragas, claro.

POLLAS CON PELLEJO DE SOBRA. ¿Te podrás creer que hay tíos rondando la cuarentena con un evidente problema de frenillo y no se han operao? Pretenden luego que hagas algo con ESO, como si semejante capuchón fuera posible de obviar. Pero luego hay otros que no tienen problemas de frenillo, es dicir…Que la madre naturaleza fue generosa con el pellejo y los convirtió en lo más parecido a un oso hormiguero al que le ha picao un panal de avispas en el morro. Resultado: erotismo cero. Eso si, si se pone a llover enmedio de la follisca siempre tienes un gorrito con el que protegerte la melena. La del coño y la otra.

POLLAS CON OLORES. Las hay en todas sus variantes. Las tenemos con olor a orina, que un leve aroma se perdona porque el miembro es pa lo que es y aunque uno se duche, es posible que antes haya ido a miccionar varias veces y se quede el recuerdo oloroso. Cuando hablo de olor a orina hablo de pestazo infame a urea, como si el tío se hubiera estao meando en los calzones durante diez horas y no se los hubiera cambiao. Otras huelen a requesón fresco a las finas hiervas y otras directamente a mierda, lo que te hace suponer que ese churro ya ha sido mojado en chocolate y tú de segundo plato como que no, aparte del asco, claro.

POLLAS VENOSAS. Que se marque anguna vena queda hasta erótico porque les da pinta de trabuco propiedad de un brutote, pero una cosa es una venilla y otra que parezca el brazo de un culturista, que además con la emoción llega un punto de venosidad que te asustas, porque cualquiera diría que el miembro le va a estallar y vas a salir perdía de sangre a lo Carrie, cuando tú lo único que querías era chupar…

 

POLLAS MÍNIMAS. Desengañaos, amiguitas, que los micropenes no son un mito y existen. De hecho, toas vosotras habeis dao con uno al menos una vez en la vida, aunque no queraís reconocerlo en público. Del tipo piñón al rollo muñeco de Lego hasta pasar por la aleta de tiburon rosa y microscópica, si te enamoras de un poseedor de tales milímetros, te toca demostrar que es amor verdadero, que no eres materialista y que te conformas con poco que medir. A ver si hay güevos…

POLLAS LAPIZ. Una tipologia escasa pero que sí, por ahí anda, es larga como un estambre, es fina como una aguja de calceta y cuando la ves en directo da muuuuncho susto.

 

HUEVOCARLOS ( o hernia testicular). Pa que voy a explicar na si tengo una foto tremenda que lo explica todo.

Claro que es una exageración, pero bien que les digo que lleven cuidao. No es oro to lo que reluce, ni paquetón to lo que abulta, que hay muncho huevocarlos por ahí, de incógnito….