No he leído muchos tebeos este año. Apenas he leído nada. Creo que solamente un libro. Ah, no, «Perdida» me lo leí el año pasado. Pero es que los tebeos son caros, y siguen subiendo de precio, pero no me parece mal. Cuando me compro uno, por lo general, sé que estoy invirtiendo en arte, pero no como una maniobra capitalista (que no me parece mal), si no por el mero hecho de disfrutarlo. Por eso no entiendo el tebeo en e-book. Sin el tacto del papel, sin el olor a imprenta… y no me imagino mi iPad con firmas de autores, que tendría su qué pero aún no soy tan moderna.
Me piden que hable de las mejores obras que el 2014 me ha dejado caer en las manos. En este antro atroz me presente con uno de los tebeos más retorcidos y peliculeros con un personaje que bien podría haber sido la master and commander de la ya icónica Amy Elliott Dunne. Hablo de «Insectos humanos» de Osamu Tezuka, del cual no voy a decir más de lo que ya dije aquí.
Cambiando de tercio y ya entrando en el panorama nacional se nos presentó «Los surcos del azar», que te deja hecho una croqueta pero fina fina. Supongo que ya leíste el apasionadísimo post pertinente donde solamente quedaba llamarme Glen Close para entrar en el mundo del stalker comiquero.
No voy a hablar de la última entrega de «Blacksad» porque sé que algún día hablaré de ello de forma muy redundante. Pero bueno, es de una lectura obligada. Lo mismo con «Murderabilia» de Álvaro Ortiz que aún no me lo he leído, pero que sé que será una obra cojonudísima y que confío que Los Reyes Magos dejen por mi buen comportamiento, sobre la chaisse-longe.
No obstante, si hay algo que me pone mucho, muchísimo, es DAVID RUBÍN. Mayúsculo, osado, épico, arriesgado, diferente, y con una actitud tan grande como su talento y como su obra. llevo siguiéndole casi desde el principio. Tengo obras suyas firmadas, he regalado otras a amigos, y a mi hermana. Me he quedado paralizado delante de sus originales. Me he reído con él mientras me regalaba una firma, un vasito de orujo. Rubín es complicado porque es auténtico. Porque le sobra chulería, y «canallismo» que en realidad es simpatía y sencillez desbordante. Rubín mola enteros. Rubín curra como si no hubiera mañana y encima tiene un gusto exquisito para recomendar. Si él dice «Battling Boy«, pues a pillárselo y a darse cuenta que quizás es uno de los tebeos mejores del año. Más si sabes que el propio Rubín se encarga del spin-off de la serie, las aventuras protagonizadas por Aurora West. Que te habla de este tomo de «Hulka«, pues no te lo pienses.
Y encima David saca uno de los mejores (o el mejor) tebeos del año, el gigantesco en todos los sentidos «Beowulf«. Sentarse en el sofá, cruzar las piernas y adentrarse en este TEBEAKO de juglaría clásica con narrativa innovadora. De héroes, monstruos y pueblos asediados. Y mucha sangre. Y son sexo, que nunca falte. Y por todo eso, y por su incansable lucha contra los vagos y los monguers de las redes sociales, y porque desprende una machorrez casi pornográfica y muy rockera, a la vez que la ternura de un papá recién estrenado, digo que DAVID RUBIN me pone mucho. Sus tebeos son lo mejor que le puede pasar a tu estantería. Arte.
Por cierto, que lo que bien empieza, mejor acaba, así que me voy a por lo recién publicado de Osamu Tezuka: Alabaster.
Jo pues mira que cuando leímos la crítica que realizaste de Tezuca, fuimos raudos y veloces a comprarlo…y chico a mi me dejó un poco frío!!
No está nada mal, pero como que la historia no me llamó mucho la atención!!
No obstante seguiré las recomendaciones del post!! :)