«The Greatest Showman» o como una banda sonora hace a una película mítica

Tardaron más de diez años en hacerla, la crítica la machacó de bien y en sus primeros momentos no hizo la taquilla que se esperaba, Y sin embargo es posible que The Greatest Showman se esté apuntalando como  fenómeno mundial, convirtiéndose en el grower que hacía muchos años no se veía. Cuando pasan cosas como esta es que ya podemos hablar de fenómeno:

De tal manera que solo Titanic tuvo el mismo aguante en las salas de USA. Y como siga así, lo supera.

El argumento de la peli no puede estar más trillado, aprovechando la biografía del fundador el circo moderno tal como lo conocemos; personajes más planos que un cromo, argumentos que se ven venir media hora antes, ñoñerío sin fin, ideas tan revolucionarias y nunca contadas como la aceptación del diferente o que hay que cumplir los sueños…Lo que te pueda contar se resume en que es una película que parece un anuncio de Coca Cola de dos horas. Justo lo que queremos los amantes de los musicales, vaya, que si quisiéramos canciones tortuosas y oscuras, nos pondríamos un disco de Radiohead. Y ese es uno de sus encantos; la peli sabe lo que quiere ser, no engaña y se muestra orgullosa de ofrecerte justo lo que buscas.

Para promocionarla montaron este número en directo que en serio, es tan lo puto más, es tan disparate en coreografía, en planificación, en número de gente bailando, en los medios y en el locurón general, QUE ME VUELVO LOCA (me la saco del culo y me la meto en la boca).

Todo queda bien reflejado en la temática de las canciones, como el tema principal del film y que ha supuesto el espaldarazo de una artista de Broadway como  Keala Settle, a la que no le ha faltado un programa televisivo con música en directo donde aparecer. Tanto, que le quitó a Morraya Carey el Globo a la mejor canción.

¿Y entonces, de donde le viene el triunfo a la peli? Yo lo tengo claro; por su música. Una BSO que ha sido número uno en USA y en UK y que está empezando a tener unos números en cuestión de ventas que pasman.

 

Pese a ser una historia contada a finales del siglo XIX se han fijado en el truco de Moulin Rouge y han tirado de pop actual con compositores que ya estuvieron en el ajo con LaLaLand (los letristas se llevaron el oscar por City of Star). Todo lo que estoy contando no sería relevante si esas canciones no estuvieran a la altura en la película y ahí, amigui, no puedo ponerle ninguna pega. Cada número musical es una masterpiece y supera a otro hasta que se te queda pegado a la memoria, de tal manera que es imposible no escucharlas sin acordarse del momentazo visual tal como este que enlazo a continuación, que pocas veces has visto un ligoteo taaaaaan bonito.

Y de momentazos musicales está llena la peli. Llega un punto en el que te rindes, te da igual el argumento y quieres más, más números musicales que te dejen con la boca abierta. Pero no seré yo quién te venda esta BSO como una revolución musical porque no hay ni una que se salve de la horterada máxima, pero si te crees que lo digo como un defecto, te equivocas. Esto es un musical, amiguis; quieres épica, emoción y canciones que puedas cantar en el coche entre lagrimas y las tienes. Así que cuando te descuidas llevas semanas escuchando una BSO que al principio te daba como vergüen escuchar y ahora estás deseando llegar a casa para cantarla entre lágrimas. A ti, si no la conoces aún, solo te queda despreciarla o echarte en brazos de una música que te hará soñar. Y eso que parece fácil,  pocas veces se consigue, así que no te hagas la estrecha y ríndete de una vez, tonta, que te va a gustar.

Y ahora canta conmigo:

NEVEEEER NEVEEEER

2 comentarios en “«The Greatest Showman» o como una banda sonora hace a una película mítica”

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