Se rumoreaba que J.J. Abrams estaba preparando otro producto Cloverfield después de sus dos primera películas del tema, tan controvertidas como exitosas y con un finísimo hilo argumental que las unía. Lo que no podíamos sospechar es que la tercera de la saga se estrenaría directamente en Netflix sin avisos ni publicidad previa, de golpe y porrazo. en una jugada maestra de cómo deben hacerse las cosas en estos tiempos de sobreinformación y saturación con meses y años de antelación.
La película no es gran cosa, mucho menos un clásico, pero como ocurría con las dos anteriores es entretenidísima, se ve en un periquete y si le metes humor y su pizca de cinismo hasta te puedes echar unas risas. Además no da un segundo de respiro porque está llena de sorpresas y algún que otro susto disparatado (¡Ese brazo!), osea…¿Qué más quieres?
El argumento nos cuenta como una nave tripulada está en el espacio con la misión de salvar la humanidad de la hecatombe tecnológica y por un error tecnológico, se meten en un lío morrocotudo que lo cambia todo. Guiños a otros clásicos de la ciencia ficción terrorífica (la sombra de Alien es muy alargada) y sin ser nada del otro mundo, le da sopas con ondas a otras pelis estrenadas recientemente en pantalla grande y que resultaron ser un bluff ridículo (aún me dan picaceras de acordarme de «Life», llena de nombres de relumbrón pero tan fallida que daba risa).
Resumiendo; no creo que esta película vaya a marcar un antes y un después, pero lo que cada vez me queda más claro es que Netflix y similares sí van a cambiar nuestra relación con el ocio porque están dispuestos a arriesgar, a sorprender y hará que cada vez más nos quedemos en casa . Los que estrenen en pantalla grande ya se pueden ir poniendo las pilas porque Netflix y otras plataformas han llegado para quedarse y están dispuestas a dar mucha guerra. Me flipa que no pasen ni tres días sin un estreno tronado, una novedad o alguna sorpresa en cuestión de series (aparte de los estrenos semanales). Alucino con su capacidad para hacer que merezca la pena asomarse todos los días por si hay alguna novedad, porque me encanta que se mime tanto al cliente . De pronto me descubro contando días en los que no sintonizo una cadena generalista y me salen semanas enteras y oye, ni las echo de menos. Entiendo que todo lo que estrenan en Netflix no puede tener una calidad suprema, pero hay tanto donde elegir y es tan cómodo, que mira, no hay comparación con el resto de competidores. Además hablamos de ocio y el ocio es entretenimiento, no? Pues eso sabe hacerlo Netflix como nadie. Si comparamos con las cadenas generalistas españolas, el panorama ya es directamente la puta risa, porque su manera de establecer competencia es empezando el prime time a las once, acabar sus programas estrellas de madrugada, contraprogramar cambiando de horario cada dos semanas y meter una publicidad donde cabría una película entera. Ahora que todos tenemos pantallas de televisiones grandes como campos de futbol, con lo agusto que se está en casa sin escuchar como mastican palomitas o dan porculo con el móvil. la pregunta final que me hago es…¿Habrá alguien que vaya al cine en diez años?