Sin duda es el disco del verano y me pelearé con uñas y dientes con quién ose decir lo contrario, porque yo, por «Choreography«, ma-to, Evidentemente, digo que es el mejor disco del verano según mi criterio personal y totalmente subjetivo, no pretendo hacer un dogma de ello, pero ..¡Ay como te metas con este discazo! Y si lo digo es porque el tercer trabajo de Rod Thomas, conocido artisticamente por Bright Light Bright Light es del tipo de diiscos que querría escuchar toda mi vida, pero sólo llegan cada cinco o seis años. Desde que salió a mitad de julio (y ya va por su segundo single), no he parado ni un solo día de escucharlo. Con ansiedad, con frenesí y con una adicción digna de la peor mejor de las drogas. Me quedaría a vivir en este disco y me relación con él ha sido tan obsesiva que ha habido días que he deseado no tener la necesidad de escucharlo, pero me ha sido imposible.
Triste, crudo, alegre,poético, optimista, destructor, bailable y sobre todo honesto. Con cosas qué contar, letras en apariencia sencillas pero dando en el clavo, con multiples lecturas, porque es casi imposible verlas sólo con una visión. De hecho ya se encarga él muchas veces de escribir las dos versiones de una pareja. Y sabiendo como cantarlas, porque…¡Madre mía cómo canta el niño! A cada disco ha ido mejorando y cantando más y más bonito, con mejor gusto y más atinado a la hora de darle una personalidad propia a cada canción.
En la hora escasa que dura «Choreography» puede llevarte a diez estados de ánimo diferentes. Resulta un mosaico que aparentemente puede parecer inconexo a las primeras escuchas pero no te equivoques; un disco tan trabajado no se puede juzgar a la ligera. Deja que suene, que te vaya empapando. Las letras de Rod son la guiá perfecta para entender el amor gay en el siglo XXI; canciones al borde del desamor en una pista de baile, con la noche como testigo y la frustración de lo difícil que es una relación adulta y estable en estos tiempos en que follar parece tan fácil. Contradicciones que plantean un amor casi imposible y que no renuncia al sexo como palanca que te mueve. Rod no sólo compone, también toca todos los instrumentos (por ejemplo el saxo, que le da a todo el disco una personalidad muy característica), produce y se autoedita los discos en un juanpalomismo digno de elogio. El esfuerzo ha debido merecerle la pena porque por fin ha conseguido tener cierta relevancia en las listas de UK y las críticas han sido sobresalientes en todos los medios especializados. En España el público sigue sin tener noticia de este chico de aspecto normalucho pero de enorme, gigante, talento.
Si hablo del físico y en general de su aspecto a la hora de vestir, es porque posiblemente le jugarán una mala pasada con el público gay, porque no es especialmente guapo, ni tiene un cuerpo cañón ni se viste con ropa de último diseño. Y eso entre la frivolidad marica, se paga. Ellos se lo pierden. Yo voy a saborearlo canción a canción para hacer más entendible el disco entero.
¿Me acompañas?
1.All In The Name
Incomprendido primer single que aparenta poca cosa pero no. Homenaje a las aperturas de los musicales de Broadway y Hollywood, se hace imprescindible escucharla con el vídeo para entender el concepto. Súmale además un aire más que ochentero (Whitney Houston hubiera estado encantada de cantarla) . Tiene la primera colaboración con Elton John y su letra habla de la relación de los famosos, los anónimos y las redes sociales. Si la original no te vuelve locuela, prueba con esta remezcla de rollo más actual que está requetebién.
2.Symmetry Of Two Hearts
Segunda colaboración con Elton John y segundo single. Dice haberse inspirado en una escena de la ochentera película Mannequin aunque musicalmente sólo se traen un cierto aire. Como todo el disco, rezuma homoerotismo melódico y los coros que lo acompañan son de los que te suben el optimismo de que existe la posibilidad de armonizar tu vida con otra persona, que parece fácil, pero no.
3. How Does It Feel?
Un medio tiempo con el que nos vamos a los ochenta, pero más concretamente a los ochenta de los Erasure más tranquilones y pausados. Poderío vocal y una atmósfera envolvenvente para una canción que es una petición de amor hecha pregunta. A destacar las cuerdas que hacia el final suben y bajan haciendo de la repetición, un arte.
4. Running Back To You
Pensabas que era una balada pero no; cuando menos te lo esperas, unas bases a modo de tren y una explosión de coros tribales te arrastran a un subidón apoteósico en otra referencia a los musicales…Si el Rey León fuera reina, claro Épica y grandiosa, su estribillo te transporta al mundo de las melodías per-fec-tas. Curiosamente, pese a la importancia de los coros, Rob no se amilana y canta especialmente bonito y delicado. Aquí lo musical va de la mano de una letra qiue celebra el sentirse atado a esa persona que, con solo un gesto, te tiene babeando…¿O es una cuerda que no ata sino que ahoga? Decide tú mientras te levantas y la cantas con ojos llorosos y brazos en alto.
5.Kiss For a Kiss
La canción que habla de aventuras sexuales…en un cuarto oscuro. Pero lo fuerte no es la temática (¿Cuantas conocen que hablen de ello?), lo fuerte es que aún me estoy preguntando como se puede hacer tal genialidad electrónica con tal letra y que resulte deslumbrante. Digna hija de nuestros días con un dúo pegajosísimo con Jake Shears el cantante de Siccsor sister. Sí, este.
Las dos voces empastan de manera flipante para hacerse una única voz. Pasará a mi historia musical (y a la tuya) por provocativa, oscura (nunca mejor dicho), sensual y casi rozar la perfección nivel volverse loca del coño bailando.
6.I Only Want To Please You
Aquí colaboran Ana Matronic y Del Marquis (integrantes también de Siccsor sister) en una nueva mirada hacia atrás, esta vez hasta los primeros noventa más houseros, reconocibles en el piano y los coros. Pese a la envoltura musical de lo más festiva, en la letra el amor se ha convertido en una obsesión enfermiza que busca complacer al otro pero lo asfixia en atenciones. O solo quería agradarle. Decide tú.
7. Into The Night
Me faltan adjetivos para describir este temazo más grande que la vida al que le pondría un diez de puntuación (y el resto de canciones de la ultima década se quedarían lejos). Lleva lo festivalero al infinito en uno de los mejores estribillos que vas a escuchar mientras vivas, no te quepa duda. No es una canción, es una religión, una filosofía para enteder todo lo bonito que es capaz de crear el ser humano. Maravillosa y absoluta, su letra se te pegará como pegamento a la piel y no te la quitarás ya nunca más de encima. Si el mundo se acaba y te pilla cantando esta delicia que celebra las ganas de enamorarse y ser amado, ten por seguro que habrá valido la pena. Un ofrecimiento de amor tan optimista y alegre es imposible de rechazar, Rob, tenlo claro.
8.Home
Otra colaboración de lujo, esta vez de la mano de Alan Cumming (osea, el de la foto de arriba) que además de haber bordado su papel en The Good Wife, resulta que sabe cantar y no lo hace pero nada mal. También es el tema más despojado y más austero de todo el album por la importancia de la letra y de la interpretación, de nuevo con una pareja que trata de salvar su relación.
9.Little Bit
Baladón que toma piano y saxofón y sus aires ochenteros con arte para actualizarlo y traerlos a este siglo XXI. La parte final especialmente es tan bonita usando solamente esos dos instrumentos que mira, los ojos como Heidi. El estribillo lleno de hipnotizantes y repetitivos «iloveyous» te hará que la cantes en la ducha como si te hubieras vuelto loca del dramaqueenismo.
10.Careful Whisper
El titulo homenajea al clásico de George Michael, que tú como eres chica lista lo habrás adivinado y el saxofón, por supuesto, debía estar. Después de dos canciones de dolor y carne abierta, toca recoger los barturlos vitales, hacer la maleta emocional y curarse .Porque de todo se aprende y cada vez duele menos.
11. Won’t Do
Sí, Rob es también capaz de hacer r’n’b y del mejor. Y como la canción es el intento de acercar agendas y corazones de dos tipos (¿Amorosa o sexual?), nada de poner a una tía haciendole el diálogo. Aquí canta Mykal Kilgore que encaja perfectamenrte con el timbre de Thomas y le da a la canción un aire aún más melancólico.
12. Where Is The Heartache
Un disco tan denso, con tanta calidad y tan variado no podía terminar de otro modo que con otro temazo para poner el broche de oro. Bailable y de afirmación personal en que se puede estar bien sin amor, Aunque aparentemente el disco cierre con un «se acabó «, también es una canción que disfruta de lo que se tiene, aquí y ahora, así que sal a la pista y baila como si fuera la última vez. Subidonazo tremendo, otro estribillo para enmarcar y un epílogo precioso cierran esta maravilla.
Y en este justo momento, hay que levantarse y aplaudir, aplaudir mucho, hasta que duelan las manos.
Gracias, Rob.
Discazo. No sé cómo consiguen ir manteniendo su nivel de calidad trabajo tras trabajo y, además, seguir siendo sorprendentes…
Yo estoy ENAMORADO de su trabajo, ains… ¡Qué ganas de verlo en directo!
Llevo tol verano escuchandolo (modo bucle)…una pasada…aunq sigo pensando q el disco anterior es mas bueno…
La reseña es tan generosa e impecable que tan sólo cabe hacer alguna puntualización o corroborar las gratas sensaciones que nos trae este tercer álbum de Bright Light x2.
Mis ánimos para enfrentarme a “Choreography” no eran los mejores tras la considerable decepción del predecible y algo cargante “Life is easy” (2014), y su primera escucha traiciona por las iniciales reticencias hacia esa producción con aire de musical de “All in the name”, todo un órdago como primer single, tan excesivo y teatral, pero su contundencia y pomposidad se acaban imponiendo.
“Running back to you” te atrapa desde el principio por su alarde melódico, su maravilloso cambio de ritmo que te provoca un vuelco el corazón, y esos coros que rezuman africanismo, y te acaba reconciliando con el Rod Thomas más apasionado y brillante de “Disco Moment” que parecía haberse esfumado últimamente… pero que sin embargo, ha vuelto a lo grande con ese technopop esplendoroso y radiante de “Into the night” o la apoteósica “Where Is The Heartache”, que parece escrita para haber sacado de la mediocridad al “Life at the end of the world“ de Erasure.
Pero es innegable que al margen de esos tres pelotazos, en sucesivas escuchas es imposible resistirse a la belleza y elegancia electrónica de baladas como “Symmetry of two hearts” o “Kiss for a Kiss”, la delicadeza de “Home” o la grandiosidad de “Little bit”. Y sí, “How does it feel” te retrotrae por momentos a aquellos baladones de los primeros (y mejores) Erasure… y no dejas de desear escucharla de boca de Andy Bell.
Mira que eres guapo, copón!
Y una cosa; gracias por leerle entero, porque se nota que lo has hecho y no es moco de pavo. Un abrazo bien gordo!
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