A lo mejor te pasa como a mí y has llegado al límite y ya no aguantas ni una peli más de superhéroes, pero quédate quieto aquí que esto te interesa. En estos momentos ya se puede considerar a Spiderman: Cruzando el multiuniversocomo un auténtico fenómeno de taquilla y un bombazo a nivel social que la ha colocado en lo más alto de los rankings donde puntuan los cinéfilos (IMDB y Filmaffinity), convirtiéndola en la peli de superhéroes más valorada de la historia y rozando el top3 de ambas listas, pero…¿Es la cosa pa tanto?
Es evidente que ha perdido la capacidad de sorprender que tuvo su predecesora Spider-Man: Into the Spider-Verse, una de las pelis que más se ha merecido llevarse el oscar a la película de animación y de la que hablamos largo y tendido en este post. También es menos compacta y la introducción que la une con la primera parte sobra en su largura, casi media hora que no va a descubrir nada a los que ya son fans y tampoco aclara algo a los que llegan de nuevas. Por criticar algo más, a veces puede ser apabullante en su propuesta y faltan ojos y cerebro para quedarse con algunas escenas con tanto que ofrecer que no hay capacidad humana que las aprecie en su justa medida; ya saben, en tiempos de TikTok y de RedBull, todo es acelerado y vertiginoso. Pero ojo que esto no es esa cosa horrezna que arrasó el los Oscars llamada Todo a la vez en todas partes y tiene muchísima más injundia y calidad. Además, lo hizo antes.
Ni se te ocurra pensar que este un post para desaconsejarte su visionado y de hecho…¡¡Deja todo y corre a verla al cine!! Porque hay que verla en pantalla grande, casi es una obligación disfrutar de este espectáculo que une como nadie ha hecho el comic (me refiero al formato papel) y el cine gracias a los multiuniversos que ya descubrimos en la primera parte, cada uno con una estética distinta que multiplica las posibilidades a miles y que se convierte en un repaso a la historia del diseño, del cómic y del personaje de Spiderman a lo largo de las décadas. Todo esto la convierte en un espectáculo de los que ya quedan pocos y su alucinante estética la convierte en un auténtico viaje a lo mejor de la cultura del siglo XXI. Como resultado tenemos una peli que está hecha con clase, buen gusto y su su visionado se convierte en una experiencia estética más allá del mundo de los superhéroes (justo lo contrario que Todo a la vez en todas partes, que era horrezna y daba angustia verla). En serio que como propuesta audiovisual hay pocas cosas en la actualidad que merezcan tanto la pena, porque los estímulos y las maravillas son constantes y las posibilidades, infinitas.
Pero hay algo más en esta saga de la que aún nos espera una tercera parte (y estoy hay que tenerlo muy en cuenta porque el final de Spiderman: Cruzando el multiuniverso es todo un coitus interruptus que te deja en la butaca esperando algo más y no llega). Porque más allá del virtuosismo técnico y del despliegue de colores, técnicas y formas de animación, consigue lo imposible: ser emocionante. Todo lo demás sobraría sino fuera porque detrás del alarde de animación hay un buen guión, emociones y hasta es posible que se te caiga alguna lagrimilla. Y lo último pero no menos importante: Miles Morales (el prota) lo mola TODO.
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