A Lola Lennox va a ser inevitable compararla con su madre, entre otras cosas porque su madre (Annie Lennox, por si no habías caído en la cuenta) está ayudándola en la promoción vía redes sociales y que la propia Lola no ha renunciado a un apellido materno tan característico y reconocible. El parecido físico es evidente sobre todo por la boca y los ojos.
Otra cosa es la voz, que aunque no es fea, no llega a la expresividad de la madre ni de coña. Y en cuanto al estilo escogido, pse. Un pop facilón que tal como se escucha se olvida como el caso de su último single y vídeo.
De hace unos pocos meses es otra de sus canciones con las que quiere a darse a conocer, un tema que de nuevo demuestra más buenas intenciones que otra cosa y que la hace indistinguible de mil cantantes más que cantan parecido.
Cuando intenta seguir la estela de la madre (ojo a los coros) es más un quiero pero no puedo. Tal vez hay que achacarlo a una producción facilona y random.
Acabo con esta balada que para mi sorpresa, es de lo que más potable que ha sacado de un año a esta parte.
Tiene mucho trabajo por hacer, además del todo ingrato porque la sombra de su madre caerá a plomo sobre todo lo que haga.
Lo malo es que sí que se parece a la madre…¡¡A la madre de los últimos diez años que no hace más que insustancialidades!!
Ella se lo puede permitir porque ya ha hecho lo más grande.
La profundidad de voz que tiene Annie no la conseguirá nunca, son cosas irrepetibles
La madre, con sus ONG’s y tocar el piano y cantar en chándal, con el plumas puesto, en ese sótano hinóspito que tiene, ya pasa el día.
*inhóspito.
(Dios, cada vez voy a peor…)