Es el momento de reivindicar a Gabriel Morcillo como pintor marica

Gabriel Morcillo es un pintor granadino que a pesar de haber tenido un gran éxito internacional en los años veinte (exposiciones en Nueva York o Venecia) fue tragado por el olvido. En ese olvido pesan varias cosas. La primera es que tras la guerra civil se abonó a pintar a la clase alta del franquismo después de que le hiciera un retrato al dictador y a La Collares…¿Significa eso que era franquista? Ni idea. Pero dudo mucho que nadie pudiera negarse a la llamada de La Culona bajo el riesgo del ostracismo social y cultural. Cuenta la leyenda que Franco quiso superar a Goebbels cuando se enteró de que este le había comprado un cuadro a Morcillo…

En su carrera durante la dictadura fue acusado de superficial, decorativo, preciosista pero hueco y más adjetivos que un pintor con ambiciones no soportaría.

Posiblemente tuvieran razón, pero hay que tener en cuenta que tenía mujer e hija y había que comer. Como tantos que se vieron arrastrados por el estado mental que provoca una dictadura como la que sufrimos en este país.

 

¿Y qué tiene de especial este pintor para que yo te esté dando la turra hoy? Pues para que me entiendas, te pongo un hallazgo reciente, en el que se descubrió como Morcillo había escondido en el reverso de un lienzo un desnudo masculino. La metáfora perfecta de la vida y obra de este señor.

 

La posguerra y la dictadura como con tantos otros, cubrió con un manto de olvido la obra previa de este pintor que tuvo que armarizarse y casarse para sobrevivir, escondiendo la obra que en los años veinte lo convirtieron en un adelantado a su tiempo, trasgresor y único. Aplicando una mirada queer a su obra, descubrimos que es muy posible que esas presuntas mujeres que pintaba…

…fueran más bien hombres pelín travestis…

¿Te parece que deliro? Échale un vistazo a esta otra «moza» y me lo cuentas…

En esa etapa orientalista de los años veinte los modelos se repiten una y otra vez y al investigar descubrimos que se trataba de chaperos que se ganaban la vida en la Cuesta de Chapiz granadina. Puede que los únicos que se atrevìan a posar de semejante guisa, puede que fueran algunos de sus amantes de juventud…

Tan kitsch que el tiempo les ha dado la vuelta y ahora resultan de un revolucionario flipante si pensamos en la època en la que se realizaron.

 

Lujo y pedrería, telas suntuosas y unos ambientes que enlazan muy bien con cierto arabismo que se respira en Granada y que en su momento debió confundir al respetable sin dejarle ver lo que había bajo las sedas y los tules.

De hecho, también era la excusa para mostrar a chavalotes semidesnudos que de otra forma no se hubieran visto justificados.

Pocas veces se salía de ese entorno pictórico orientalista y cuando lo hacía era para pintar a su pareja de la época, de nombre Fernando.

A Fernando lo podemos encontrar en varios cuadros vestido de Alerquín y su mirada perdida y triste parece que anuncia la vida futura y armarizada que posteriormente viviría Morcillo.

Es habitual que en sus cuadros Granada aparezca de fondo, esa ciudad que tanto influyó en su arte y que también fue el escenario del asesinato de García Lorca, crimen que debió impactarle mucho para que su vida tomara los derroteros que tomó, haciendo que su pintura dejara de ser interesante y única.

Además en esos cuadros hay una alegría irreverente y sus modelos sonríen sin preocupación, ajenos a polémicas y disfrutando del posado, como si supieran que su libertad para posar tenía los días contados y había que aprovecharla al máximo.

Tan escondido ha estado el legado de este gran artista que la mayoría de su obra está en venta a precios que a mí me parecen un chollazo. Es verdad que no todos tenemos siete mil euros para pagar un cuadro, pero tal como está el mundo del arte, a mí me parece baratísimo y más sabiendo que la carrera y la reivindicanción de Morcillo no acaba más que empezar.

Si dispones de esas cantidades, no lo dudes e invierte en Morcillo. Me apuesto lo que sea a que su reivindicación no acaba más que comenzar y que el tiempo lo pondrá en el justo sitio que merece.

 

Y hay que reivindicarlo en todos los formatos y en todos los sitios:

5 comentarios en “Es el momento de reivindicar a Gabriel Morcillo como pintor marica”

  1. Muchos artistas tuvieron que doblegarse a la peste gris de la dictadura y se bien de lo que hablo.
    Hay que reivindicar a estos olvidados por partida doble: primero porque tuvieron que renegar y esconder su verdadero espíritu y segundo porque tuvieron que servir al fantoche para luego ser despreciados.

  2. José Santandreu

    Estoy flipando. Tiene un dibujo y una calidad tremenda. Si fuera francés, lo tendríamos hasta en la sopa. Esa ambiguedad en los retratos, esa decadencia lánguida, lo arabesco y la melancolía lo enganchan con el Romanticismo. No tiene la fuerza de Delacroix, obviamente, pero me parece absolutamente contemporáneo, convencional en la forma, pero muy audaz en el tratamiento del objeto. Gracias por el articulo.

  3. Pues si os interesa tengo una obra deliciosa de Morcillo. Un pequeño retrato entre orientalista y mitológico. Apareció en otro armario…¿Hablamos?

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