Hace un par de temporadas le dediqué un post a Allie X. Me quejaba de la mínima repercusión que tienen sus discos con calidad más que de sobra para tener éxito. Allie X además posee un criterio a prueba de balas que la hace tener un control total de su carrera y puede que lo esté pagando sin un éxito masivo.
Camaleónica y muy creativa, Allie no sólo se reinventa a cada disco si no que varía su imagen friki a la que le saca todo el partido posible, como se puede comprobar en sus vídeos raritos y en sus conciertos (muchos en este país la descubrieron de telonera de Marina este pasado invierno).
Vamos, que el rollete de tia rara ya lo llevaba explotando mucho tiempo Allie X antes de que apareciera en escena Billie Eilish. Además lo suyo no es pose, pues sufre de una enfermedad autoinmune que la ha mantenido aislada durante temporadas y que hace que vea el mundo exterior desde una distancia crítica y desapegada .
A ella ya debería darle igual (y seguramente le da) porque a cambio tenemos una carrera musical de quedarse con la boca abierta . Su último disco llamado CAPE GOD es la demostración de lo que digo, con cuarenta y cinco minutos de talento y buenas canciones sin una pizca de mediocridad. Hay al menos tres temazos incontestables como por ejemplo el duo que hace con Troye Sivan. Y mira que yo soy poco de baladas, pero me flipa esta joya musical donde Allie parece reencarnada vocal y melódicamente en Lana del Rey.
CAPE GOD es un disco tan completo y hermoso que le da para sonar luminoso y tener una corriente amarga subterránea, para ser comercial y vanguardista, para que todas las canciones parezcan diferentes y sin embargo el conjunto suene coherente.
Otra de las canciones incontestables es «Learning in public» que cierra el disco con una voz más natural. Aquí se desnuda para contarnos la dificultad y contradicción de querer ser artista pero temer el juicio de los demás. Una pequeña preciosidad que guardar en el reproductor, para que suene durante todo el año.
https://www.youtube.com/watch?v=kACYhLqnqe4
Delicioso es este medio tiempo que parece sacado de un musical maléfico donde la protagonista silba una melodía de todos conocida, con las manos cruzadas tran un vestidito corto.
Un trabajo donde la artista también hace terapia para analizar su pasado adolescente. Crea personajes que tienen mucho de ella misma y puede así superar traumas y miedos a los que nunca se había enfrentado. Por eso aunque aparentemente parezca que habla de una fiesta, en realidad nos está contando una violación en grupo…