A medida que La Prohibida nos regala nuevos vídeos de su último disco («Ruido») estamos comprobando como su concepto va más allá de lo musical y lo abarca todo, desde los vídeos a la imagen promocional, pasando por las letras o la estética, Brutalismo y cemento conviven en colores pardos, grises y marrones, en una paleta que va desde la fotografía a la peluca. Son paisajes que aparecen deshabitados y solitarios, donde la arquitectura parece lo único que ha sobrevivido a una catástrofe planetaria. Pese al supuesto feísmo de esos barrios residenciales a las afueras de grandes urbes como París o Londres, Salva Musté está especialmente atinado y consigue una estética gélida y elegante, como si de una Catherine Deneuve arquitectónica se tratara.
En Il Compromesso tenemos además una letra madura y compleja en la que hay que detenerse para valorar como se merece. La guinda es una producción de lujo que ya es marca de la casa y de la que muchos deberían aprender en este país.
Es básica y fundamental para entender la rama de La Electrónica donde ella es vital.
Me gusta mucho esta canción, mi prefe del disco nuevo por ahora. Y bello, nostálgico-futurista vídeo, sí señor.
Si podéis, observad como toda la canción en lo que se refiere a lo instrumental como y encaja todo perfecto con respecto a la programación y secuencia de «Il Compromesso». Grande La Prohibida, muy GRANDE.