¡Chus, oh, Chus!
Chus es musculoso, peludo, rabudo, motero, un poquito yonki, listo a rabiar y con un corazón tan grande que no le cabe en el pecho. Trabaja montando escenarios para dos bolleras muy bien relacionadas dentro del teatro y cuando se aburre se mete una raya o doscientas y se pasa también con todo lo demás.
¿Pero quién es Chus?
Es el protagonista de Surtido Ibérico, la primera novela de Juambe Muñoz, que conoceréis por escribir en estos lares. Una road novel (o street novel) desquiciada, erótica a rabiar y terriblemente divertida, editada con pericia de francotirador por la Editorial Bala Perdida, la misma que publica a otros ilustres como Jose Ángel Mañas o Fernando Ontañón. Un comienzo inmejorable, vamos.
Surtido Ibérico es un juego de matrioskas. ¿Te acuerdas de las matrioskas, esas muñecas rusas metidas una dentro de la otra? Pues la novela es igual. Por fuera puede parecer un desvarío seudoerótico escrito por un marica poseído por Charo Medina, pero dentro hay algo más, una crítica poderosísima al establishment de chalet en la sierra y entrada de sombra para Las Ventas, y si abres otra capa, aún hay más lecturas, historias entrelazadas, verdades contadas a medias o enteras Tan verdades verdaderas que te dan un sopapo de realidad, porque la literatura es eso, que te pongan la realidad cara a cara y te sientas incómodo. Porque el arte tiene que ser incómodo, si no es pura manualidad. Pero, sobre todo, es una novela divertidísima. Y aún hay más matrioskas, capas y capas de significado que hacen que las casi cuatrocientas páginas se pasen en un pis pas y termines llorando a lágrima viva. Quizá el único pecado que ha cometido el autor es que los malos sean demasiado malos y los buenos demasiado buenos, pero ¿a quién no le gusta una buena historia de buenos y malos? ¿A quién no le va a gustar un buen baptisterio romano lleno de maricas peludos y musculosos en ropa interior?
Muy atentos a Juambe Muñoz, que el chaval promete, como escritor y como ilustrador, como podéis ver en las imágenes que acompañan este post, o crítica, o lo que sea.
Me la recomendó un amigo y la he leído por dos veces seguidas porque se me escapaban detalles y vocabulario porque soy de otra época.
Es una novela demoledora por todos lados que trata con total naturalidad cosas tan ajenas a una señora de mi edad que casi es revitalizante porque enseña que hay muchas vidas aparte de las nuestras.
Enhorabuena al autor, a la editorial y a esta página por traer un poco de la realidad auténtica con buen humor.
Aquí tenéis una seguidora octogenaria.
Endora!!! Muchísimas gracias por tus palabras!!! Con tu permiso le mostraré tu comentario a mi madre; ella tiene 65, y desde que la leyó ya no me invita a paella los domingos XD
Esta obra de nuestro compañero y amigo Juambe es algo que llevaba mucho tiempo esperando, pues he asistido a sus últimos movimientos pre-natales.
Tengo que decir que me atrapó desde la primera página, las descripciones son casi cinematográficas: todo se puede palpar y casi oler. Las situaciones, los diálogos… Qué manera de reír y de llorar también.
En cuanto empiezas a leer no puedes parar. Yo he tenido que ponerme alarmas en el móvil para parar cayese donde cayese so pena de terminarlo en una sentada.
Es de esos libros que da pena terminar, de hecho tardé mas en leer los dos últimos capítulos que todos los anteriores.
Personalmente prefiero obras largas porque me entristece que terminen y, en este caso, mas aun.
El giro final es una pirueta que ni los del Circo del Sol. Y, como decía Mayra Gomez Kemp ……hasta aquí puedo leer…..
No es porque sea el libro de mi amigo Juambe (que también es por eso) pero es una maravilla que hará vuestras delicias.
Enhorabuena Juambe.
tpt ;)
¡¡¡Ay mi Chus, qué cosas me dice!!! Gracias hermana Malignus Aduladora, mañana pago yo. XD
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