Dios no lo quiera… Mejor dicho, Ciudadanos no lo quiera. La ultraderecha madrileña lleva meses jodiendo la marrana con la promesa a su facha electorado de trasladar la celebración del Orgullo a la Casa de Campo. No hay temas más importantes que abordar, ¿sabe usted? Son conscientes de que tocan las teclas que más gustan y mueven a sus votantes, todas esas que de un modo u otro connotan xenofobia, homofobia y todas las fobias de las que han demostrado ser poseedores en su campaña electoral.
Ahora, a tí, pobrecito ciudadano, te va a tocar tragarte en pleno centro la semanita de fiestas de La Paloma, San Lorenzo y San Cayetano, las procesiones de Semana Santa, San Isidro y la Cabalgata de Reyes. Te guste o no. Porque manifestarse para reclamar los derechos de la comunidad LGTBI ( los derechos humanos y civiles de los que disfrutan automáticamente desde que nacen los votantes heterosexuales de VOX) con la libertad que cada uno estime es inmoral y se ha de desterrar extramuros.
La redacción de Atroz con Leche se ríe, por no llorar, de semejante despropósito, no sin seguir en pie de guerra contra quien ose tocarle las narices en menoscabo de sus derechos como seres humanos:
«La única ventaja que se me ocurre para celebrar el Orgullo en la Casa de Campo, es el recuperar las viejas tradiciones que tanto gustan al trío La La La, o mejor dicho al trío Fa-Fa-Fa… Cha. ¡Recuperemos el Cruising! Esa bonita tradición de comer pollas al aire libre, rodeados de vegetación, putas, travestis y condones usados. Viva el campo, viva el senderismo y el cutis terso de estar cara al sol con alguna corrida en la frente, eso si, bien alta y henchida de orgullo.»
Flor de pavimento
«Pues como el año que viene se celebre el Orgullo en la Casa de Campo me temo que no habrá desfile ni manifestación ni discurso ni conciertos ni nada de eso, porque aquello se convertirá en la escenificación de El Jardín de las Delicias de El Bosco: todas y todos las y los participantas y participantos desperdigadas y desperdigados por el bosque al acecho de osas, osos, nutrias, nutrios, lobas, lobos, comadrejas, comadrejos….. Un festival de sexo al aire libre. Que yo me apunto, vaya…
DMalignus
«Si la celebración del Orgullo se trasladara a la Casa de Campo, por fin estaría justificada la moda de los calcetines altos con zapatillas o chanclas que se gastan algunos así haya 40º a la sombra. Ese atuendo es perfecto para proteger los tobillos y pantorrillas de las espigas, ortigas y demás matojos que proliferan por la zona»
FakePlasticBoy
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«¿Quién te ha contado que no queremos que el Orgullo se celebre en La Casa de Campo? ¡Mentira! La idea es que, según nuestra nueva política abierta a las ideas de convivencia y bien hacer, Madrid Central se traslade allí. De esta manera, los días pares pueden ir aquellos que prefieran el rosa al azul. Los impares, se abren también los baños del Wanda para que se escondan allí los gays de VOX, del PP y, como favor especial, de PACMA: por si alguien no puede dejar el caniche con la vecina. Eso sí, en ambos casos, se pide a los padres de las familias «normales» que se ofrezcan como vigilantes. En el caso de que incurran en pecado, y algún bombero, peluquero, bailarín o decorador de interiores le ofrezca su amor incondicional, pasarán a formar parte del grupo de los días impares; además de tener que pasar la fregona por los baños, con las dos manos, dejando también libre la derecha, donde antes colgaba el Cantar de Mio Cid, edición bolsillo. Quien lleve de casa la versión desempolvada de las Mocedades de Rodrigo o el Cantar de Roncesvalles tiene gratis la visita guiada, en verso, a todos los monasterios cluniacenses del Camino de Santiago, a la sazón, sin cuarto oscuro alguno.»
Ángel Del Olmo
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«Lo mejor de que se celebrase el Orgullo en la Casa de Campo de Madrid sería sin duda poder recolectar en directo hierbas aromáticas para mi guiso de fachas, ya se sabe que todo el monte es orégano y esta reserva natural en pleno centro de la ciudad no iba a ser menos. Además, con suerte podrías ligarte a uno de los cabezas de familia de los que por allí andan en busca de prostitutas, yo, si está bueno, hasta se lo hago gratis, entre el romero y la mejorana…»
C. del Palote
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«Yo si fuera el trifachito, aprovecharía la Casa de Campo para poner en práctica mis verdaderas intenciones ya que no lo verá la ciudadanía ni habrá familias bienpensantes de testigos. A saber: cabinas individuales de terapia de conversión, escuadrones de la muerte que compitan por ver quién mata a la más mamarracha, duchas de gas escondidas con la excusa de quitar el calor, hornos crematorios escondidos con el lema «brownies para todos», pool party con la piscina llena de salfumán, cuartos oscuros que dan a parar a un agujero al vacío de más de 1 kilómetro, lubricante gratis sustituido por cola de carpintero, pelucas llenas de polvos pica pica y dildos que explosionan al sentir una dilatación exagerada.»
MM
Muy orgullosa de participar en esta maravilla de post.
Me ha encantado la sal gorda del articulo y lo caustico que es
Señor MM, no dé ideas, por favor, que seguro que más de un fachita la puede liar
Si nos dejan el Parque de Atracciones yo casi que acepto.
La idea de mover el orgullo del centro a la Casa de Campo la manejaba la indescriptible Boti García cuando se dejaba asesorar por Pedro Serrano, que quería que el orgullo fuera una suerte de festival en el que hacer caja a espuertas y terminar con la competencia. Se conoce que se ha debido olvidar ahora que va buscando poltrona en Podemos como su señora esposa…
Si comer pollas es tu percepción de luchar por «derechos humanos» es que estás bastante trastornado :-P Se nota que no sabes ni por dónde te pega el viento con ese típico discurso donde no te faltó la palabra «facha» (por supuesto). Un poco de ultraderecha por aquí, un poco de sarcasmo contra los que no piensan como yo por allá, unas cuantas descalificaciones, un poco de «lucha por los derechos humanos» y ¡listo! El típico sermón del progre de parroquia.
Creo que quien tiene esa percepción eres tu, de nuevo la reflejas en quienes tienes delante. Muchas ganas de eso mismo es lo que trasciende de tus palabras.